Contagio de piojos en niños

Los piojos de la cabeza (Pediculus capitis) son unos insectos desprovistos de alas (no vuelan) que viven en el cuero cabelludo de la especie humana, especialmente de los niños y jóvenes, y aunque no transmiten ninguna enfermedad, pueden producir picor y resultan desagradables. Todos los niños pueden tener piojos, independientemente de su nivel de higiene, y no deben ser un motivo de miedo o de vergüenza.

Debido a la extensión de la infestación (se habla de infestación en caso de parásitos, como los piojos, y de infección en caso de virus y bacterias), es muy probable que los niños tengan piojos en un momento u otro, e incluso que se los descubran en el colegio y te indiquen que debes eliminárselos. Las instrucciones que se exponen a continuación tienen el objetivo de mostrarte cómo.

Realidades sobre los piojos

Existen muchas creencias populares sobre los piojos y es necesario saber lo que es realmente cierto. La infestación por piojos es la enfermedad más frecuente en la infancia después del resfriado común, y más habitual incluso que el resto de infecciones de la infancia juntas. Los niños no tienen piojos porque sean sucios o poco cuidadosos. Por tanto, una higiene meticulosa no previene la infestación por piojos.

Lo más frecuente es que se contagien por contacto directo de cabeza a cabeza durante el juego con compañeros infectados (el contagio por peines o gorros es mucho más raro). Los piojos no infestan más a los niños con pelo largo. Aunque son algo más frecuentes en las niñas, se cree que es porque tienen tendencia a estar más en contacto directo con sus amigas durante el juego que los niños.

Los piojos no vuelan ni saltan, lo que limita su contagio al contacto directo. Sin embargo, se mueven muy rápidamente entre el cabello y se escabullen con facilidad. Los niños infestados no suelen presentar gran cantidad de piojos, sino sólo unos cuantos.

Síntomas de la infestación por piojos

La mayoría de veces, la infestación no da síntomas. Algunos niños pueden tener picor, pero éste no aparece de inmediato, sino bastantes días después de haberse infestado. Pueden existir lesiones por rascado, por lo que, debes consultar al pediatra si observas erosiones por rascado o enrojecimiento de la piel del cuero cabelludo. También debes consultarle si detectas un aumento de los ganglios linfáticos de la zona del cuello.

Conocer el ciclo vital del piojo te resultará útil para entender mejor algunos aspectos del tratamiento. El piojo adulto hembra pone sus huevos enganchados al pelo lo más cerca posible del cuero cabelludo, para que tengan más calor y se incuben mejor. A los 8-10 días, el piojo joven sale del huevo, que permanece unido al pelo pero ya vacío.

El piojo joven o ninfa tarda unos 7-10 días en convertirse en adulto, aparearse y poner huevos. La vida media de un piojo es de unos 30 días y un piojo hembra puede poner entre 80 y 100 huevos en ese período de tiempo. Los piojos "comen" (pican) cada 4 horas, sangre del cuero cabelludo. Fuera del hombre, se mueren en 24 horas, por eso los objetos no son una fuente importante de contagio.

Cómo descubrir los piojos

Los piojos se escabullen rápidamente entre el cabello al aplicar luz o iniciar el peinado, sobre todo con el cabello seco. Por lo tanto, la mejor manera de descubrir los piojos es un peinado exhaustivo con el cabello mojado, un peine especial (con poca distancia entre las púas), una buena luz y un fondo blanco (una toalla sobre los hombros o sobre el lavabo).

El piojo adulto hembra tiene el tamaño de un grano de sésamo y es de color negro o marrón rojizo. Los huevos se localizan sobre todo en la zona de detrás de las orejas o posterior de la cabeza. Los "vivos" (con embrión) tienen un color gris gelatinoso y están situados cerca del cuero cabelludo. Los "vacíos" (liendres) son de color blanco y se localizan más lejos de la raíz del pelo. El pelo crece unos 0,4 mm/día, y el huevo tarda unos 8-10 días en vaciarse (dejar salir al piojo joven) y se pone cerca de la raíz. Por tanto, cualquier huevo situado a más de 1 cm del cuero cabelludo está vacío casi seguro. Descubrir huevos o liendres no es un signo seguro de infestación activa.

¿Qué se debe hacer?

El tratamiento de la infestación por piojos se basa en aplicar un producto pediculicida y continuar peinando con periodicidad. Existen diferentes tipos de estos productos, pero no todos son igual de efectivos. Los piojos se han hecho resistentes a algunos. Lo mejor es que consultes al pediatra antes de iniciar el tratamiento. En general, es preferible utilizar lociones o gel que champús, ya que el tiempo de actuación es más largo y el piojo es más sensible a los productos si no está recubierto de agua. Respeta de forma escrupulosa sus instrucciones de aplicación ya que, de lo contrario, puede resultar más tóxico o menos eficaz. La mayoría de tratamientos deben repetirse al cabo de una semana.

Nix® crema: aplicar con el pelo seco durante 10-15 minutos, esperar 30 minutos y lavar con el champú habitual. Luego peinar con el peine-lendrera (Lice Meister®), poniendo una toalla blanca en los hombros para comprobar si caen los piojos). Repetir a las 12-24 horas. El peinado es importantísimo para saber si el tratamiento ha sido eficaz (no olvides que se dan resistencias).

Uno o dos días después de tratar se debe efectuar un peinado exhaustivo en las condiciones antes expuestas. Si no se obtienen piojos, hay que suponer que el tratamiento ha sido eficaz. Si se obtienen sólo uno o dos piojos adultos, puede ser que haya existido una reinfestación justo después del tratamiento o que exista una cierta resistencia. Si se obtienen varios piojos, sobre todo si son tanto jóvenes como adultos, seguro que son resistentes y debes plantearte el uso de un pediculicida diferente. No es imprescindible eliminar los huevos (los embriones pueden estar muertos por el tratamiento) ni mucho menos las liendres, que casi seguro que estarán vacías.

Si se quiere hacer por motivos estéticos, aplicar una solución de vinagre y agua a partes iguales durante unas horas deshace la sustancia adhesiva que los une al cabello y favorece que el peinado las elimine. Algunos niños pueden continuar con picor, incluso más, después de efectuar el tratamiento. Se debe a una reacción alérgica a los productos de los piojos y huevos muertos. Si provoca mucha incomodidad puede ser necesario que consultes al pediatra, ya que existen medicaciones para mejorarlo.

¿Cómo prevenir?

Es totalmente desaconsejable utilizar productos pediculicidas (champús o lociones) como prevención. No está claro que sean efectivos, irritan la piel del cuero cabelludo del niño y, sobre todo, favorecen que los piojos se hagan resistentes. La mejor prevención, y la más inocua, es efectuar un buen peinado varias veces por semana.

Si recordamos el ciclo vital del piojo, efectuando un buen peinado 2 ó 3 veces por semana conseguiremos eliminar los piojos adultos y, sobre todo, los piojos jóvenes antes de que se hagan adultos y puedan poner huevos, interrumpiendo así la progresión de la infestación. Se ha demostrado que efectuar un buen peinado de forma repetida puede ser no sólo preventivo sino casi igual de efectivo que los pediculicidas para tratar la infestación.

¿Qué hacer con los objetos y la ropa de los niños infectados?

Como se expone más arriba, los piojos viven pocas horas fuera del hombre y no infectan objetos. De todas formas, es prudente eliminarlos de los peines sumergiéndolos en alcohol o en agua hirviendo. La ropa debe lavarse en un ciclo de agua caliente (60°) o bien someterla a lavado en seco, o encerrarla en una bolsa de plástico hermética durante 2 semanas (tiempo para que se complete un ciclo completo de los posibles piojos o sus huevos y se mueran). Los animales domésticos (perros, gatos, pájaros, etc.) no adquieren los piojos humanos y no son fuente de contagio.

Preguntas frecuentes

No, los piojos no saltan ni vuelan. Pasan de una cabeza a la otra si existe suficiente proximidad entre una y otra persona. También se pueden transmitir a través de gorros, cascos, o ropa de casa si ha existido contacto directo con el pelo.No, los piojos no saltan ni vuelan. Pasan de una cabeza a la otra si existe suficiente proximidad entre una y otra persona. También se pueden transmitir a través de gorros, cascos, o ropa de casa si ha existido contacto directo con el pelo.

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