¿Son comunes las infecciones por hongos durante el embarazo?

Durante el embarazo la secreción vaginal es muy común pues la actividad hormonal y la presión pélvica aumentan. La mayoría de las mujeres presenta una secreción blanca y lechosa que no tiene mal olor. Dicha secreción recibe el nombre de leucorrea y, a medida que se acerca la fecha de parto, es cada vez más abundante. A pesar de que puede resultar molesta, este tipo de secreción es parte una normal del embarazo y no indica que exista una infección.

Sin embargo, si la secreción se torna amarillenta o verdosa, es más espesa y tiene apariencia cremosa, tiene mal olor o está acompañada por picazón, ardor, dolor o enrojecimiento, sí indica que existe infección. Por lo general, las infecciones bacterianas se tratan con óvulos vaginales, cremas o pomadas que se insertan con un aplicador.

La infección por hongos es un tipo específico que ocurre con más frecuencia durante el embarazo, debido a que la mayor acidez de las secreciones vaginales durante esta etapa favorece el crecimiento de Cándidas. Las infecciones por este hongo deben ser tratadas con medicamentos para evitar transmitirlas durante el nacimiento al bebé, quien podría adquirirla en forma de aftas en la boca. Estas infecciones no son peligrosas para el bebé y, en caso de que se presenten, su tratamiento es simple.

Para aliviar las molestias que produce el aumento de la secreción durante el embarazo, algunas mujeres utilizan una toalla delgada o protector diario.

  • No uses tampones porque éstos podrían introducir hongos en la vagina.

  • Debes mantener el área genital limpia y seca, para lo cual conviene utilizar ropa interior con entrepierna de algodón.

  • Evita el uso de ropa o pantimedias apretadas.

  • Asimismo, no es recomendable que utilices duchas vaginales, a menos que te las prescriba tu médico.

  • Cuando vayas al baño, asegúrate de limpiarte siempre desde adelante hacia atrás para así evitar que se introduzcan hongos en la vagina.

  • También se ha descubierto que al incluir yogur en la dieta diaria se puede reducir la incidencia de las infecciones vaginales.

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