¿Cómo puedo evitar resfriados en la guardería?
Aunque las guarderías pueden ofrecer muchas oportunidades para el crecimiento social y educacional de los niños de corta edad, son un excelente caldo de cultivo para las enfermedades respiratorias y diarreicas. Mientras mayor sea el número de niños que acude a la guardería, más gérmenes con probabilidad de contagiar infecciones de repetición.
Las guarderías con menor número de niños por clase, con mayor número de cuidadores por niños y las que presentan clases y patios de recreo más espaciosos presentan tasas de infección menores. Los niños que tienen hermanos o hermanas escolarizados también estarán expuestos precozmente a distintos agentes infecciosos en su propia casa. Ésta es la razón por la cual los hermanos menores presentan más enfermedades infecciosas que los hijos únicos.
He aquí algunas pautas que te ayudarán a reducir la exposición a los gérmenes en tu hogar. Comprueba que estas pautas también estén siendo respetadas en la guardería.
Fomenta el lavado de las manos con jabón y agua después de:
Utilizar el orinal o el cuarto de baño.
Después de cambiar pañales.
Después de sonarte la nariz o toser sobre las manos.
Antes de preparar alimentos o de comer.
Evita compartir tazas, biberones, cepillos de dientes y cucharas.
Enseña a los niños a usar pañuelos desechables para sonarse o limpiarse la nariz y tirar el pañuelo a la basura de inmediato.
Utiliza un desinfectante para limpiar con la mayor frecuencia posible las superficies más probablemente contaminadas: retretes, lugares donde se comen o preparan alimentos, pomos de las puertas, auriculares de los teléfonos y zonas de juegos. Los materiales de juego se pueden limpiar con productos desinfectantes, y los juguetes se pueden lavar en el lavavajillas o en la lavadora.
Los niños que tengan fiebre, copiosas secreciones nasales u oculares, vómitos y diarrea, deben quedarse en casa.
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