Recomendaciones de vacunación antigripal en niños de 0 a 36 meses
Estamos en otoño, ¿qué debemos saber de la vacunación antigripal?
La gripe es una enfermedad infecciosa, aguda y contagiosa producida por los virus Influenza A, B y C pertenecientes al grupo myxovirus que se transmite de forma epidémica durante los meses de invierno.
Como los virus gripales varían muy frecuentemente sus características, el hecho de haber padecido la gripe previamente no protege de nuevos contagios por otras cepas del virus. Por ello, las vacunas antigripales deben ser modificadas cada año para adecuarlas a las cepas de virus circulantes.
Las complicaciones de la gripe son fundamentalmente debidas a sobre infecciones bacterianas y precisan de tratamiento antibiótico u hospitalización: la otitis media y la neumonía son las más frecuentes, revistiendo especial gravedad en ancianos y en niños o adultos afectos de enfermedades crónicas, incluidos los que padecen asma.
La eficacia de la vacuna antigripal está relacionada con su capacidad para desarrollar anticuerpos frente a dos proteínas presentes en la membrana de los virus de la gripe: los anticuerpos contra la proteína H (hemaglutinina) evitan la adquisición de la enfermedad, y los anticuerpos contra la proteína N (neuraminidasa) disminuyen la gravedad de la enfermedad, al evitar la difusión viral en el tracto respiratorio.
La protección conferida por la vacunación es mayor cuando menor es la edad del paciente (por encima de los 6 meses) y alcanza el 70 % de la población vacunada.
Como se trata de una vacuna de virus inactivados, no produce infección en el receptor, aunque las reacciones locales y la fiebre moderada uno o dos días después de la vacunación son relativamente frecuentes.
¿Cuándo es recomendable vacunarse contra la gripe?
Es recomendable que toda la población objeto de la vacunación sea inmunizada entre el 1 octubre y principios de diciembre, de manera que cuando se inicie la temporada gripal todos estén ya protegidos.
La vía de administración es, por el momento, por vía intramuscular (excepto los pacientes con alteraciones de la coagulación que deben recibir inyección subcutánea). Existe una nueva vacuna por vía intranasal objeto de investigación con resultados prometedores.
La población infantil o relacionada debe vacunarse de la gripe, ya que presenta alto riesgo de complicaciones o de transmitir la enfermedad a personas de alto riesgo:*
Niños o adultos con enfermedades pulmonares o cardiovasculares crónicas, incluido el asma.
Niños o adultos que hayan sido sometidos a vigilancia médica u hospitalización durante el año anterior a causa de enfermedades crónicas metabólicas (incluida la diabetes mellitus), disfunciones renales, hemoglobinopatías o inmunosupresión (incluidas las causadas por medicación o HIV).
Niños y adolescentes (de 6 meses a 18 años) tratados durante un largo tiempo con ácido-acetil-salicílico – AspirinaR-, susceptibles de complicaciones metabólicas a causa de la gripe ( Síndrome de Reye).
Mujeres que se encuentren en el segundo o tercer trimestre de su embarazo durante la temporada gripal.
Personas de 60 o más años de edad.
Contactos domiciliarios, incluidos los niños, de personas de alto riesgo.
No debe administrarse la vacuna antigripal en niños menores de 6 meses, ni en personas con episodios previos de alergia grave al huevo u a otros componentes de la vacuna.
¿Por qué se administran las vacunas?
La administración rutinaria de las vacunaciones ha disminuido de manera importante la incidencia de numerosas enfermedades infecciosas, así como sus complicaciones y mortalidad.
La inoculación de vacuna es uno de los procedimientos básicos de la prevención de enfermedades en los niños.
Existe en cada país o Comunidad Autónoma un plan anual o calendario recomendado de vacunaciones sistemáticas, que se actualiza periódicamente, basado en las directrices establecidas por las autoridades sanitarias de cada comunidad, que suelen basarse en las recomendaciones anuales del Comité de Vacunaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Es un plan diseñado para proteger a los niños, en la actualidad y en cada comunidad, de las siguientes enfermedades: difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, sarampión, rubéola, parotiditis epidémica, hepatitis A y B, meningitis por Haemophilus Influenzae tipo B (HIB), meningitis por meningococo tipo C, meningitis por neumococo, varicela, gripe, y en algunas áreas endémicas, fiebre amarilla u otras patologías infecciosas concretas.
Todas ellas son enfermedades potencialmente graves por su elevada mortalidad o riesgo de secuelas graves si se presentan complicaciones.
Sobre la indicación o obligatoriedad de administrar las diferentes vacunas pueden existir opciones diferentes, todas ellas válidas, dependientes de diferentes factores: económicos, epidemiológicos, metodológicos o bioéticos.
Se puede variar la edad de administración, con el objetivo de adelantar la protección de los niños ante algunas enfermedades prevalentes en tu comunidad o status.
También hay vacunas que pueden ser administradas conjuntamente para reducir el número de pinchazos o para ampliar el número de vacunaciones en el tiempo con el objetivo de evitar enfermedades potencialmente peligrosas en cada caso.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE ESTE TEMA:
1. ¿Qué es una vacuna?
Una vacuna es una sustancia que contiene bacterias o virus muertos o inactivados (o parte de ellos).
2. ¿Cómo se administran las vacunas?
Suelen administrarse por inyección (subcutánea o intramuscular) aunque algunas son activas por vía oral o intranasal.
3. ¿Qué pasa en el organismo cuando se administra una vacuna?
La inoculación o administración de una vacuna es capaz de activar el sistema inmunitario del organismo receptor que empieza a fabricar defensas contra el agente infeccioso responsable de una determinada enfermedad potencialmente grave. De este modo se evita o atenúa la enfermedad natural y, especialmente, sus complicaciones o secuelas.
4. ¿En qué momento no puede vacunarse a un niño?
Si tiene fiebre alta o está recibiendo tratamiento por otra enfermedad (consulta con el pediatra en cada caso, ya que la vacunación puede ser igualmente recomendable).
Si ha recibido gammaglobulinas o una transfusión de sangre recientes.
Si ha presentado alguna reacción alérgica grave después de la administración de alguna vacuna, no deben administrarse ulteriores dosis de la misma vacuna o similares.
Si el niño padece epilepsia o alguna enfermedad del sistema nerviosos no etiquetada, no debe recibir la vacuna contra la tos ferina no conjugada (en España la vacunación pública y gratuita ya lleva a cabo con la vacuna conjugada).
5. ¿Hay alguna cosa en especial que el niño no deba o no pueda hacer después de vacunarse?
El niño puede bañarse y practicar su higiene con normalidad. Puede comer lo que quiera, pasear y tomar los medicamentos que toma habitualmente.
6. ¿Qué medicamentos puede tomar en caso de fiebre u otra reacción a la vacuna (malestar, dolor en el punto de inyección, etc.)?
Puede tomar paracetamol (ApiretalR, GelocatilR, TermalginR) u otro antitérmico- antiinflamatorio- tipo ibuprofeno- si tiene fiebre o malestar importante después de una vacunación.
7. ¿Cuándo está contraindicado vacunarse de la gripe?
Las personas con una enfermedad febril aguda no deben vacunarse hasta que desaparezcan los síntomas. De todas formas, una enfermedad leve con o sin fiebre, no es una contraindicación absoluta para la vacunación, especialmente si se trata de niños o adultos con infección de las vías respiratorias altas o con rinitis alérgica.
8. ¿Por qué es recomendable vacunar a los niños pequeños contra el neumococo?
La incorporación de nuevas vacunas como la vacuna conjugada heptavalente antineumocócica (PrevenarR), en los niños de edad inferior a los 2-3 años puede evitar una de las formas más graves de meningitis bacteriana susceptible de afectar a la población infantil.
9. ¿Existe una vacuna contra el virus de la varicela?
En efecto, ya está comercializada en nuestro país la vacuna de virus atenuados contra la varicela, capaz de atenuar o evitar la enfermedad y sus complicaciones. Aunque todavía no está incluida en el calendario de vacunación oficial en España y Portugal, es probable que en el futuro se considere recomendable vacunar toda la población susceptible a partir de los 12 meses de edad.
10. ¿Que hay que hacer si no se ha administrado alguna dosis de vacuna cuando correspondía?
Hay que administrar la dosis olvidada lo antes posible (hay que esperar 4 semanas por lo menos si la última vacuna recibida estaba compuesta de virus vivos atenuados) y continuar con el calendario de vacunación correspondiente para la edad del paciente.
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