Ayudar a mis hijos a arreglar sus problemas y evitar peleas.
El pequeño muerde a su hermano mayor porque aún no domina con facilidad las palabras que necesita para expresar las intensas emociones que siente. Enséñales que en casa hay una regla sencilla: "Las personas no se muerden". Si observas a tus niños con atención, verás que sus peleas empeoran de acuerdo con una tendencia predecible.
Una vez que hayas identificado esa tendencia, páralos cuando los ánimos se estén acalorando. Ayuda a tu hijo menor a identificar lo que él está sintiendo ("Ya veo que estás enfadado con Juan"). Luego, enséñale a demostrar su rabia en forma física, pero inofensiva, como golpear una almohada o dar una patada sobre el suelo fuertemente.
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