Trabajar en casa con niños

Al igual que muchos padres, tal vez sueñes con trabajar en casa. Eso resolverá todos tus problemas, pues ya no habrá más embotellamientos del tráfico ni prisas locas para ir a la guardería. Además eres tú quien dispone su horario cada día. ¿Existe algo más cómodo?

Para el 7% de los padres que habitualmente trabaja en el hogar y el 14% adicional que lo hace en forma ocasional, trabajar en casa es una buena opción cuando se trata de ejercer una profesión y criar niños pequeños. Sin embargo, necesita formas de pensar nuevas y diferentes. ¿De verdad podré tener esa conferencia telefónica a la hora de la siesta? ¿Cómo elegir entre el montón de trabajo y el montón de ropa para lavar cuando los niños están finalmente en la cama? ¿Y cómo doy primera prioridad tanto a mis hijos como a mi trabajo?

Aunque trabajar en casa puede ser cómodo y flexible, presenta desafíos exclusivos y requiere soluciones exclusivas.

A continuación se ofrecen algunas de las formas en que los padres que trabajan en casa han manejado con éxito tanto el trabajo como la vida familiar.

Planifica quién va a cuidar a los niños mientras tú trabajas.

Aunque sólo cuentes con ayuda durante algunas horas cada día, estarás mucho menos tensa si no intentas acomodar tus llamadas y reuniones para los momentos en que tus hijos duermen la siesta o ven la televisión. Tus niños y tus colegas estarán más satisfechos si cuentan con toda tu atención y tú estarás menos tensa si verdaderamente tienes la oportunidad de concentrarte.

Establece el hábito de "ir al trabajo".

Aun cuando tu "oficina" esté en la habitación de al lado, vestirse e ir a un lugar a trabajar te ayudará a adoptar esa disposición de ánimo. Cualquier cosa que te ayude a cambiar de funciones puede ser efectiva, ya sea dar una corta caminata antes de entrar al despacho o bien prepararte una taza de té o café y abrir tu correo electrónico a una hora dada. Estas estrategias no sólo te ayudarán a pasar de la vida personal a la profesional, sino que también contribuirán a que tu familia tenga claro cuando estás trabajando.

Crea tu propio espacio de trabajo.

Podría ser difícil para tu familia comprender que estás trabajando y que no se te debe interrumpir, especialmente si tu "oficina" es la mesa de la cocina. El tener tu propio espacio (que idealmente debería tener una puerta o división que puedas cerrar), ayuda a que todos sepan cuando estás trabajando.

Define un horario que sea sólo para trabajar.

Aunque unos pocos afortunados pueden hacer conferencias telefónicas, plantar macetas, y clasificar la ropa para el lavado al mismo tiempo, este tipo de tareas múltiples genera muchas tensiones para la mayoría de nosotros.

Además, controlar a un preescolar activo puede producir un ruido de fondo impredecible y que distrae la atención cuando estás hablando por teléfono con tu jefe o con un cliente. Reserva un tiempo que sea sólo para trabajar, sin distracciones, de día o de noche. Tu jefe y tus colegas te agradecerán poder saber cuando pueden estar seguros de que estás disponible. Además, si respetas el tiempo que dedicas a tu trabajo, también lo hará tu familia.

Crea un tiempo que sea exclusivamente para tus hijos.

El hecho de que tengas horas de trabajo específicas no significa que tengas que hacer caso omiso de tus niños durante el día. Fijar un horario que te permita hacer pausas y almorzar con tus hijos puede aumentar tu creatividad y el que los pequeños sepan que dispondrán de tiempo contigo contribuirá a que sean pacientes cuando necesites trabajar.

Cuando tu hijo esté enfermo, tómate un día de permiso de baja por enfermedad.

Un niño que está enfermo generalmente quiere y necesita atención. Si no puedes tomarte el día entero libre, tómate un tiempo de inactividad adicional.

Aléjate de tu trabajo cuando hayas terminado.

Aunque tal vez sea difícil resistirse a revisar tus faxes o buzón de voz cuando escuchas el teléfono durante horas que no son de trabajo, te volverás loca si no lo haces. Desconecta tu teléfono cuando te alejes de tu escritorio.

Sé flexible y no pierdas el sentido del humor.

La vida está llena de cambios y nada es predecible. Piensa que la vida es como el jazz: se siguen los cambios de tono y el resto es improvisación. Trabajar en casa no es una panacea, pero cuando logras reírte de las situaciones difíciles e idear soluciones para enfrentar los desafíos diarios, esto puede ofrecer un excelente conjunto de opciones para familias que trabajan y que tienen hijos pequeños.

Nina Sazer O´Donnell, M.Ed., es Vicepresidenta y Directora del Community-Life Team en el Families and Work Institute. Trabaja en nombre de la Early Childhood Public Engagement Campaign, una campaña del Families and Work Institute destinada a hacer al público más consciente de los tres primeros años de vida de los niños.

* Artículo realizado por la Dra. Nina Sazer O´Donnell (Vicepresidenta, Families and Work Institute).

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