Preparación para el parto natural

El parto natural es un proceso donde el bebé nace con poca o ninguna intervención médica. Si te gustaría dar a luz a tu pequeño de esta forma, te recomendamos seguir leyendo para saber en qué consiste, cómo debes prepararte y cuáles son algunos de sus beneficios.

Ten en cuenta que a veces no es posible tener un parto natural. Tanto el parto como el alumbramiento son impredecibles, por lo que puede hacer falta una intervención médica para garantizar tu seguridad y la de tu hijo. Aun así, es bueno que conozcas todas las opciones de antemano para sentirte más cómoda con tu elección.

¿Qué es un parto natural?

Básicamente, el parto natural es dejar que la naturaleza siga su curso y que tu hijo nazca por vía vaginal. Dar a luz es una experiencia muy personal, por lo que serás tú la que decida según la situación.

El parto natural puede incluir lo siguiente:

  • Pasar por el parto sin ningún medicamento para el dolor (por ejemplo, la epidural) o con muy pocos.

  • Llevar el parto de la forma que te resulte cómoda y tomarte todo el tiempo que necesites para dar a luz.

  • Evitar intervenciones médicas como el control cardíaco continuo del bebé o la episiotomía (es decir, cuando se corta la piel entre la vagina y el ano para ensanchar el orificio vaginal y evitar desgarros), a menos que haya una emergencia médica.

Puedes elegir el parto natural porque deseas conectar mejor con la experiencia física o sientes que controlas más lo que sucede. También es posible que optes por someterte solo a alguna intervención médica, como permitir el seguimiento del bebé durante el tras renunciar al alivio del dolor.

Por lo general, el parto natural es una buena opción para los embarazos de bajo riesgo. Consulta al médico para saber si es seguro.

¿Cuáles son los beneficios de tener un parto natural?

Un componente común del parto natural es evitar o reducir el uso de analgésicos. Esta forma de dar a luz tiene una serie de beneficios:

  • Reduce la posibilidad de que el parto sea más lento o más rápido que con otras modalidades.

  • Evita el desplome de la presión arterial debido a los medicamentos.

  • Evita los cambios en la frecuencia respiratoria del bebé debido a los medicamentos.

  • Aumenta las posibilidades de recuperarse más rápidamente después del parto.

  • Reduce el dolor después del parto.

  • Hace que la lactancia sea más fácil.

  • Da sensación de empoderamiento (en caso de que para ti sea importante evitar los analgésicos).

Métodos alternativos para aliviar el dolor

Hay muchas alternativas a los medicamentos cuando se trata de mejorar la comodidad en el parto. A continuación, te mostramos algunos métodos de alivio del dolor comunes en el parto natural:

  • Técnicas de respiración, como la de Lamaze o las que te enseñen en las clases prenatales.

  • Yoga.

  • Meditación.

  • Hipnosis.

  • Terapia musical.

  • Masaje.

  • Darse un baño o una ducha; dar a luz en una bañera con agua tibia.

  • Caminar durante el parto.

  • Cambiar de posición (por ejemplo, ponerse en cuclillas) o usar objetos para apoyarse, como un taburete o una pelota de parto.

Pregunta al médico qué opciones tienes para aliviar el dolor natural del parto y piensa cuál prefieres. Ten en cuenta que no son las mismas en todos los hospitales o clínicas, por lo que debes informarte con antelación suficiente.

Aprender y practicar los métodos de antemano te ayudará a sentirte más preparada para el parto natural. Probablemente, verás algunos de estos métodos en las clases prenatales.

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Preparación para el parto natural

Prepararse para el parto natural aumentará las posibilidades de que todo salga bien y aliviará las posibles preocupaciones que puedas tener. Considera lo siguiente si deseas dar a luz de esta forma:

  • Haz ejercicio. Una de las cosas que puedes hacer como preparación al parto natural es hacer ejercicio regularmente. Consulta antes al médico para que te aconseje, sobre todo si no te gustaba el deporte antes de quedarte embarazada.

  • Crea un plan de parto específico. Este documento te ayudará a conocer las posibles opciones y determinar tus preferencias. También es una buena forma de indicar lo que quieres a todas las personas que participarán en el nacimiento de tu bebé (por ejemplo, tu acompañante, la doula y el médico). Echa un vistazo a este artículo sobre plan de parto para obtener más información.

  • Elige un médico con el que te sientas cómoda. Si puedes, busca un médico que comprenda que te gustaría tener un parto natural.

  • Busca apoyo. Si lo deseas, pide a alguien que te acompañe durante el parto. Puede ser tu pareja, la matrona o una doula (profesional cualificada que ofrece apoyo durante el parto y atención posparto). La persona que elijas debe estar ahí para animarte durante todo el proceso. Varios estudios demuestran que tener al lado a un acompañante experimentado y capacitado puede reducir el tiempo de parto, la necesidad de medicación y las posibilidades de hacer una cesárea. Además, recordarás la experiencia de forma más positiva cuando haya terminado.

  • Elige un lugar para dar a luz. Piensa dónde te gustaría que naciera tu hijo y pregunta al médico cuáles son las posibles opciones. A continuación, te mostramos algunas de ellas:

    • Parto en casa. Puede que prefieras la familiaridad de tu hogar para que el bebé nazca. Habla con el médico para saber si es una opción segura. Si decides hacerlo así, es importante tener un plan de emergencia que te permita llamar al médico o el hospital si ocurren complicaciones.

    • Clínica. Este tipo de instalación es más acogedora y suele contar con bañeras de hidromasaje, iluminación tenue y zonas cómodas para la familia. Se recomiendan si ya has dado a luz antes o tienes un embarazo de bajo riesgo. Por lo general, los médicos no están constantemente en las clínicas, pero las doulas y las enfermeras sí. Además, si surge alguna emergencia, tienen un equipo médico básico (por ejemplo, vías intravenosas y oxígeno).

    • Hospital. Dar a luz en un hospital es lo mejor si, según el médico, es bastante probable que deban inducirte el parto, hacerte una cesárea, extraer al bebé con fórceps o ventosa, transfundirte sangre y administrar tratamiento para desgarros vaginales o medicamentos para el dolor. Si tu embarazo no es de bajo riesgo, podrás tener un parto natural, pero te recomendamos que sea en el hospital para acceder a atención médica de emergencia en caso de que sea necesario.

  • Apúntate a clases prenatales. Pueden ser muy útiles en la preparación para el parto natural. Considera apuntarte durante el tercer trimestre o un poco antes. Normalmente, aprenderás cuáles son las opciones para aliviar el dolor y mejorar la comodidad que podrían irte. Hay varias técnicas de parto, pero las más comunes son:

    • Lamaze. Esta técnica gira en torno al concepto de que debes sentirte empoderada y enfrentarte al parto con confianza. Te enseña a gestionar el dolor con métodos de relajación y respiración, distracción y apoyo de algún acompañante. Mantiene una postura neutral con respecto al uso de analgésicos y te anima a tomar esta decisión según lo consideres adecuado.

    • Bradley. Hace hincapié en la participación activa del padre del bebé como acompañante en el parto. Este método aboga por evitar los medicamentos a menos que sea necesario. También fomenta un estilo de vida saludable basado en ejercicio, buena nutrición, relajación y técnicas de respiración profunda para controlar el dolor del parto.

Situaciones en las que no se recomienda el parto natural

Hay circunstancias en las que el parto natural podría no ser seguro para ti o el bebé. El médico te ofrecerá orientación al respecto.

Recuerda que el parto es impredecible. Puede que algo cambie durante el proceso y tengas que tomar decisiones diferentes a las que habías pensado. Por ejemplo, si hay una emergencia médica, tal vez deban hacerte una cesárea. También es posible que quieras medicamentos para aliviar el dolor una vez que estés en la situación.

La clave es estar informada sobre tus opciones y mantener la mente abierta. El médico hará todo lo posible para el bebé y tú estéis seguros y cómodos. Dar a luz es algo increíble, independientemente de la forma en que lo hagas.

PREGUNTAS FRECUENTES

Algunos de los beneficios del parto natural incluyen:

  • Evitar los efectos secundarios asociados a algunos analgésicos.
  • Tener más control en la experiencia del parto.
  • Reducir el dolor después del parto.
  • Recuperarse más rápidamente.

¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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