Bebé De 26 Meses

Tu bebe ya tiene 26 meses

Comunicación

Comunicación

Vamos a vivir nuevas aventuras ¿Qué cuento leemos hoy? Los miembros de la familia pueden fomentar el amor y estimular la lectura con actividades que desarrollen estas habilidades e intereses. ¿Quieres algunas sugerencias para disfrutar de la lectura juntos?

El idioma de los bebés.

La mayoría de los padres utiliza el idioma de los bebés. ¿Puede esto impedir que el niño aprenda a hablar como adulto? No parece que sea así.

Todo el mundo habla el idioma de los bebés cuando se dirige a uno de ellos y el niño aprende que esas palabras cantarinas y en tono agudo son especiales para él. Aunque eso debe cambiar llegado cierto momento. Esto sería como decirle al bebé: ""Estoy orgulloso de que estés creciendo y quieras hablar"".

Dificultades en la comunicación.

Si el niño intenta comunicarse pero no puede, ya que sólo dice un par de palabras incomprensibles, quizás sea necesario realizarle un examen auditivo.

Si efectivamente tiene un problema de audición, el diagnóstico a tiempo y el trabajo con un experto, como un logopeda, os ahorrarán mucha frustración, tanto a vosotros como a vuestro pequeño.

No regañéis al niño si tartamudea. A esta edad, tartamudear simplemente significa que sus pensamientos son más rápidos que su boca. No obstante, si a la edad escolar continúa tartamudeando o presenta problemas de lenguaje, quizá necesite ayuda profesional por parte de un logopeda.

Qué hacer si dice palabrotas.

Si vuestro niño oye una grosería o alguna ""palabra indebida"" y la repite, lo aconsejable es no prestarle atención. Cualquier cosa que hagáis podría incentivar esa conducta y esto incluye la frase ""Eso no se dice"".

Aunque os resulte difícil oír ese tipo de palabras de boca de vuestro angelito, si no hacéis nada al respecto, es probable que se olvide del incidente.

Nunca deis a vuestro hijo la posibilidad de elegir cuando realmente no la tenga. Por ejemplo, no le preguntéis ""¿Quieres irte a la cama ahora?"", más bien, intentad decirle: ""Es hora de ir a acostarse. ¿Quieres ponerte el pijama rojo o el azul?"" mientras le mostráis los dos. Ofrecedle opciones reales cuando sea posible, pero no cuando vuestra intención sea otra. Si en realidad no existe una alternativa, estaréis creando confusión, frustración y una lucha de poder.

Las primeras frases.

Tal como sucede con el lenguaje gestual, la edad en la que un niño comienza a formar frases es bastante variable. Algunos niños de dos años usan verbos e incluso algunos adjetivos y adverbios en sus frases.

A esta edad, el desafío consiste en enlazar palabras. ""Vamos tienda"". ""Lindo vestido"". ""Yo quiero eso, es bonito"". ¿Cuál es la frase más larga que ha dicho vuestro niño? A medida que vaya creciendo, se alargarán sus oraciones. Leer cuentos aumenta las habilidades lingüísticas del pequeño. No os sorprendáis si ""lee"" con vosotros, ya que puede memorizar los cuentos que le son conocidos. Pedidle que narre sucesos de su vida; ayudadle a llenar los vacíos y a hacer pausas. Conseguir que conecte ideas es muy importante ahora. Y conversar sobre situaciones del pasado y del futuro será el próximo paso.

Relaciones sociales.

Si bien ésta es una etapa importante en la vida del niño para que comience a establecer relaciones sociales, tú también debes comunicarte con otros adultos.

Es la manera ideal para que el niño y tú conozcáis gente nueva. Estudios recientes afirman que los niños se benefician del círculo social de sus padres. Por eso, para tu propio beneficio y el de tu pequeño, no pierdas el contacto con tus amistades.

Mientras más hables con el niño, más sociable será. Y mientras más preguntas le hagas a tu pequeño, mejores serán sus habilidades lingüísticas. Responde a lo que te diga en vez de dedicarte a corregir su gramática o la forma en que dice las cosas. De esta manera, se interesará más en hablar. Y jamás te burles de su lenguaje. Evita darle órdenes directas todo el tiempo, ya que éstas no motivarán respuestas verbales por su parte.

Haced un collage.

Un proyecto artístico que os llevará de vuelta a la infancia. Buscad unas revistas viejas que tengáis, coged pegamento, un par de tijeras para niños, cortad un pedazo de cartón de un envase vacío de cereales… ¡y a empezar!

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