Los bebés nacen con ciclos de sueño irregulares, que tardan unos seis meses en regularizarse. Sin embargo, es estupendo que ya hayáis tratado de establecer hábitos.
- Si os vais a mudar a una zona horaria diferente, cambia las horas de sueño gradualmente.
- Pon a tu bebé en la cuna a la primera señal de somnolencia, ya que lo mejor es que el bebé aprenda a relajarse para quedarse dormido.
- Si lo abrazas o lo meces hasta que se quede dormido, quizás tu bebé dependa de tu presencia cuando despierte. Sin embargo, es más probable que muchos bebés se queden dormidos y permanezcan dormidos con la seguridad de una mantita o un juguete favorito.
- Comienza por retrasar tu propia reacción ante la inquietud del bebé, cuando está durmiendo, entre los cuatro y los seis meses de edad.
- Espera cinco minutos antes de ir a verlo. Si sigue llorando, ve a verlo, pero evita encender la luz, jugar con él, mecerlo o tomarlo en brazos.
- Si aun así sigue llorando, espera unos minutos más y ve a verlo nuevamente.
- Si todavía no se puede calmar, asegúrate de que no tenga hambre, esté mojado o sucio, tenga fiebre ni tenga una enfermedad de otro tipo.
- No te sorprendas si tu bebé se despierta con mayor frecuencia o se resiste a dormir a las horas regulares durante la mudanza y hasta que os hayáis establecido, pero trata de mantener gran parte de sus hábitos dentro de lo posible. ¡Buena suerte!