¿En qué momento conviene comenzar a pasear al recién nacido?

Los pediatras por lo general recomiendan el menor contacto posible entre un recién nacido y otras personas, sobre todo multitudes, al menos durante seis a ocho semanas después de nacer, a fin de darle tiempo al sistema inmunológico del bebé para que madure.

La lactancia materna le suministra anticuerpos adicionales a tu bebé con el fin de combatir infecciones. Sin embargo, esa defensa está en su mejor momento cuando contrarresta gérmenes provenientes de los miembros de la familia; es menos eficaz cuando se trata de gérmenes transmitidos por gente extraña. Más adelante, todas esas primeras vacunas, como la DTP (contra la difteria, tétanos, y pertussis o tos ferina), la polio (contra la poliomielitis) y la Hib (haemophilus influenzae tipo B) a los 2 meses de edad proporcionan un mayor grado de protección; al menos contra las enfermedades que acabamos de mencionar.

Tu hijo necesita un complemento integral de vacunas para brindarle una protección total. En cuanto te veas preparada, y las condiciones del tiempo lo permitan, es bueno que saques al bebé a dar un paseo a pie o en coche. Es importante evitar las multitudes, ya que hay mucha gente extraña que tiende a acercarse a su lado: ¡a todos les encanta ver a un recién nacido!

De modo que si vas a la iglesia o a la biblioteca, trata de sentarte sola en un sitio apartado y salir antes de que a los demás se les ocurra tomar en brazos a tu bebé. Una mochila portabebés frontal puede ayudar a mantenerlo a tu lado y fuera del alcance de los extraños. Y recuerda, cuando tengas invitados en tu casa o comiences a recibir a quienes vienen a visitar al bebé, asegúrate de que todos se laven muy bien y con frecuencia las manos para minimizar la propagación de cualquier infección. Cuando en efecto empieces a sacar al bebé a lugares públicos, elude a las personas resfriadas y con tos.

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