Los brotes de crecimiento son etapas naturales en el desarrollo de los bebés en las que experimentan un aumento rápido de peso, talla y habilidades motoras. Durante estos periodos, que suelen ocurrir alrededor de los 17 días, 6 semanas, 3 meses y 6 meses, es común que los bebés muestren cambios en su comportamiento: lloran más, duermen peor, maman con mayor frecuencia o se muestran más irritables. Estos cambios pueden generar dudas en las madres, especialmente si perciben que su producción de leche es insuficiente. Sin embargo, estos brotes son temporales y fundamentales para el desarrollo físico y neurológico del bebé.
Señales comunes de brotes de crecimiento:
Mayor apetito o tomas más frecuentes
Cambios en el sueño (más o menos horas)
Irritabilidad o necesidad de contacto
Nuevas habilidades motoras o cognitivas
Duración: suelen durar entre 2 a 7 días.
Entender los brotes de crecimiento ayuda a responder con paciencia y confianza. A continuación, exploramos en detalle cada etapa, cómo identificarla y qué hacer para acompañar a tu bebé durante estos momentos clave.
¿Qué son los brotes de crecimiento?
Un brote de crecimiento es una fase en la que el bebé experimenta un desarrollo acelerado en poco tiempo. De pronto notarás que tu peque crece casi ante tus ojos.
Uno de los signos más claros de un brote de crecimiento es ver cómo cambia la estatura y el peso del bebé. Durante el primer año, los bebés crecen alrededor de 25 centímetros y triplican su peso de nacimiento. La cabeza también incrementa su tamaño con rapidez, sobre todo durante los primeros cuatro meses, lo que refleja el importante desarrollo cerebral que se produce en este periodo.
Aunque normalmente el crecimiento es gradual, puede haber periodos concretos con brotes de crecimiento en bebés y niños durante los primeros años en que este cambio puede parecer más notorio e intenso. Cada brote de crecimiento será diferente según las edades y el desarrollo individual. Conocer los primeros hitos del desarrollo del recién nacido puede ayudarte a identificar cuándo se presentan estos cambios tan importantes.
¿Cuándo ocurren los brotes de crecimiento?
La mayoría de los bebés pierde aproximadamente una décima parte de su peso al nacer durante los primeros cinco días de vida, aunque suelen recuperarlo la semana siguiente. A partir de este momento, el ritmo de crecimiento va ganando velocidad y suele producirse un primer brote de crecimiento entre la tercera y la sexta semana de vida, conocido como brote de crecimiento del primer mes. Sin embargo, los brotes de crecimiento varían mucho de un niño a otro dependiendo de su desarrollo. Si te interesa saber más sobre el desarrollo en el primer mes, puedes leer nuestro artículo sobre el crecimiento del bebé de un mes.
Alrededor del primer año de vida, el ritmo de crecimiento de los niños se ralentiza. A partir de los 2 años, el crecimiento es más gradual, un ritmo que se mantiene hasta la pubertad, etapa en la que se produce otro gran estirón. Por lo general, en las niñas este momento llega entre los 8 y los 13 años. En los niños, suele ocurrir un poco después, entre los 10 y los 15 años.
Si quieres hacer seguimiento de los brotes de crecimiento, puedes usar nuestra tabla de crecimiento infantil para comprobar su evolución. Así podrás ver cuánto duran los brotes de crecimiento y observar los cambios que surgen.
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*Información de la última vez que mediste a tu bebé.
**Fuente: Organización Mundial de la Salud
¿Cuáles son los signos de un brote de crecimiento?
Si no tienes claro cómo detectar un brote de crecimiento, aquí detallamos algunos síntomas de brotes de crecimiento que suelen observarse justo antes de uno de estos estirones:
Aumento del apetito
Antes de un brote de crecimiento es frecuente que el bebé tenga más hambre de lo habitual. Puede manifestar más ansiedad por comer llorando con mayor intensidad, mostrando irritabilidad, sacando la lengua o succionándose las manos o los labios. Si tienes dudas sobre la cantidad de leche o tomas necesarias, puedes echar un vistazo a estos consejos para una buena producción de leche materna.
Más irritabilidad
Los bebés suelen estar más inquietos o llorar con mayor facilidad durante estas etapas. Este malestar puede estar vinculado con un brote de crecimiento, pero puede deberse también otros motivos, como el cólico del lactante, sobre todo si el llanto sucede a la misma hora cada día. Los brotes de crecimiento pueden manifestarse de diferentes maneras y, si la irritabilidad persiste, lo mejor es consultar a un profesional de la salud para descartar otras causas.
Cambios en los patrones de sueño
Algunas familias notan que, durante los brotes de crecimiento, el bebé duerme más, lo que permite a su cuerpo tener más energía para este desarrollo acelerado. Aunque los patrones de sueño varían de un niño a otro, es fundamental asegurarse de que el descanso sea adecuado para favorecer un crecimiento saludable. Infórmate sobre los patrones de sueño durante los primeros años.
¿Qué hacer ante un brote de crecimiento?
Si reconoces alguna de las señales anteriores y crees que tu bebé está en uno de estos periodos, aquí tienes algunas recomendaciones para saber qué hacer ante un brote de crecimiento:
Aumenta las tomas si ves que tiene más hambre
Si notas que tu bebé no tiene suficiente con lo que comía antes, dale ese extra que necesita para ayudarle con su crecimiento. Si le das el pecho, puedes ofrecérselo con mayor frecuencia, lo que contribuirá a estimular la producción de leche. Si tu bebé toma leche de fórmula, puedes aumentar un poco la cantidad en cada toma o reducir ligeramente el tiempo entre tomas, según lo que necesite.
Procura que pueda descansar bien
El descanso es fundamental para el desarrollo de tu bebé y, durante los brotes de crecimiento, normalmente necesitará descansar más. Si ves que tu bebé hace siestas muy largas durante el día y te preocupa que luego no quiera dormir por la noche, puedes despertarlo con suavidad y jugar con él. Si necesitas orientación sobre regresiones o etapas del sueño, consulta este artículo sobre regresiones del sueño en bebés.
Calma su irritabilidad
Los brotes de crecimiento pueden traer más momentos de malestar. Si has descartado que la irritabilidad pueda deberse a otros motivos, prueba a tranquilizar al bebé con caricias, abrazos o hablándole suavemente. Adapta tu respuesta según lo que sepas que le reconforta. También es importante saber qué hacer en los brotes de crecimiento y mantener la calma durante esos días.
Si durante un tiempo observas que el crecimiento se ha detenido, probablemente se trate solo de una pausa antes de otro brote: cada bebé sigue su propio ritmo de desarrollo. Recuerda que lo que ocurra en el primer brote de crecimiento será similar a lo que pase en los siguientes, aunque cada experiencia puede ser diferente.
¿Cuánto dura un brote de crecimiento?
Los brotes de crecimiento en bebés suelen durar poco, unos tres días como máximo. Durante este periodo es habitual observar un aumento del apetito, cambios en el sueño e incluso algo de irritabilidad, ya que el cuerpo del bebé se adapta a este crecimiento tan rápido. Aunque cada brote de crecimiento es diferente, tras estos periodos viene generalmente una etapa de crecimiento más estable. Recuerda que estos procesos son normales y que la duración de los brotes de crecimiento y el momento en que aparecen pueden variar en cada caso.
Si tu peque tiene justo esa edad, infórmate aquí sobre el desarrollo y necesidades del bebé de 3 meses.
¿Qué sucede después de un brote de crecimiento?
Tras un brote de crecimiento, los patrones de alimentación, sueño y comportamiento suelen volver a la normalidad. A medida que van creciendo, estos periodos son menos frecuentes. A partir del primer año, el crecimiento se ralentiza y, para cuando cumplen 2 años, los cambios físicos se estabilizan aún más.
Preguntas frecuentes sobre los brotes de crecimiento
Puedes observar brotes de crecimiento en las dos primeras semanas de vida y, de nuevo, hacia las 3-6 semanas. Tras el primer año, el crecimiento se ralentiza y no suele haber estirones destacados hasta la adolescencia.
Sí, durante los brotes de crecimiento, los bebés pueden necesitar más atención o mostrarse más irritables. Este periodo de cambios hace que busquen más contacto físico y consuelo. En esta etapa necesitará más abrazos, mimos y rutinas para calmarlo.
En algunos casos, durante los brotes de crecimiento las deposiciones son menos frecuentes. Suele ser normal, pero si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.
Sí, en estas etapas es normal que estén más incómodos. Es probable que el bebé esté más irritable, duerma más o esté inquieto, ya que su cuerpo se está adaptando. Los mimos y las rutinas tranquilas pueden ayudar a aliviar este malestar pasajero.
Resumen
Ver cómo crece tu bebé es una de las alegrías más grandes para cualquier madre o padre. Y, en este maravilloso camino, los brotes de crecimiento pueden tomarte por sorpresa. Antes de que ocurran, puedes observar algunos signos que anuncien este cambio: tal vez tu peque tiene más hambre de lo normal, está algo más irritable o de repente su ropa le queda ajustada.
Estos brotes de crecimiento forman parte de la fase de desarrollo normal durante los primeros y no deben preocuparte. Si ves que tu bebé tiene más hambre de lo habitual o está un poco más inquieto, puede ser señal de que está dando un estirón. Recuerda que estamos a tu lado en cada etapa del crecimiento de tu bebé: no te pierdas la aplicación Dodot VIP, con ventajas y descuentos en productos imprescindibles.
¿Cómo hemos escrito este artículo?
La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.