Cómo bañar a tu recién nacido

El primer baño del bebé no solo es uno de los primeros hitos de la paternidad, sino un momento único. Aunque bañar a un bebé resbaladizo, chillón e inquieto requiere práctica, será más fácil con la práctica. Sigue leyendo para saber más sobre cuándo bañar a tu pequeño, cómo hacerlo y cuál es la frecuencia adecuada durante estos primeros meses.

¿Con qué frecuencia debo bañar a mi recién nacido?

Puede que te sorprenda que tu recién nacido no necesita baños diarios. Tres veces a la semana es suficiente si limpias a fondo la zona del pañal cada vez que se lo cambies. Es mejor no darle baños diarios, ya que pueden secarle la piel. Muchos padres temen el momento del baño durante las semanas posteriores al nacimiento. Son muchas las dudas sobre la temperatura correcta o la forma de agarrar al bebé para que pueda disfrutar del baño sin que se resbale. A la hora de dar el primer baño, se recomienda pedir ayuda a una comadrona, que podrá aconsejarte sobre cómo bañar al bebé. La situación también será mucho más relajada si los padres están presentes y colaboran durante el baño. Como regla general, te recomendamos bañar al bebé cuando esté sucio. Durante los primeros meses, esto solo sucederá cuando haya regurgitado demasiada leche o el pañal no haya podido retener todo. En cuanto empiece a gatear será necesario bañarle con mayor frecuencia.

¿Cuándo estará listo mi bebé para su primer baño?

Una vez que se caiga el muñón del cordón umbilical del bebé, puedes pasar de baños con esponja a baños en un lavabo o una bañera para bebés. El primer baño en una bañera debe ser suave y rápido. Sin embargo, es posible que debas volver a los baños con esponja si tu bebé se molesta mucho o no le gusta esta nueva actividad.

¿Puedo bañar a mi bebé mientras el muñón del cordón umbilical aún está adherido?

Durante las primeras semanas de vida de tu bebé, mientras el muñón del cordón umbilical esté adherido, solo debes bañarle con esponja. Un baño con esponja consiste en envolver al bebé en una toalla y limpiarle con un paño húmedo y agua jabonosa. Te recomendamos hacerlo en una superficie cómoda, como un cambiador. Deja a tu bebé envuelto en la toalla y límpiale parte por parte. El muñón del cordón umbilical se suele caer en unas pocas semanas. Si sigue adherido durante más tiempo, puede que quieras consultar al pediatra. Para que el muñón del cordón umbilical se seque y se caiga por sí solo, solo debes darle baños con esponja hasta ese momento.

¿Cómo se baña a los bebés?

Prepara todo lo necesario antes de empezar a bañar a tu bebé:

  • Ten cerca los productos que necesites (por ejemplo, champú, jabón, toalla con capucha o taza para enjuagar), no dejes al bebé sin supervisión en el agua y ten su ropa al alcance de la mano.

  • Asegúrate de que la habitación esté tibia antes de desvestir al bebé.

Sigue estos pasos para bañar a tu pequeña:

  1. Coloca una toalla en un lavabo o una bañera para bebés y llénalo con aproximadamente 5 cm de agua a 37,5 grados. Pruébela con el codo o el interior de la muñeca para asegurarte de que no esté demasiado caliente.

  2. Mientras sujetas la cabeza del bebé con la mano no dominante, utiliza la otra mano para meterle hacia el agua (los pies primero). Hazlo rápidamente para que no se enfríe y comprueba que su cabeza y la mayor parte de su cuerpo estén por encima del nivel del agua.

  3. Lava su cuerpo de arriba a abajo con agua limpia y, si quieres, con un jabón suave para bebés. Mantenle caliente vertiendo agua tibia sobre su cuerpo con una taza. Usa un paño suave para lavarle la cara.

  4. Si tiene pelo, basta con utilizar con champú una o dos veces a la semana. Cuando lo hagas, masajea el cuero cabelludo con una gota de champú suave para bebés, incluso los puntos blandos de la cabeza (fontanelas). Ten cuidado de que no le entre espuma o champú en los ojos. Para ello, coloca las manos sobre su frente cuando le enjuagues la cabeza. Si le entra jabón o champú en los ojos, límpialos con un paño humedecido con agua limpia.

Tras bañar y secar a tu bebé, te recomendamos aplicar una loción hipoalergénica sin olores para hidratar su piel. De este modo, evitarás la piel seca y los eccemas. Si tu bebé tiene costra láctea, un problema del cuero cabelludo que provoca piel escamosa, la hora del baño es una buena oportunidad para cepillarle el pelo mientras lo lavas con champú. Si necesitas algo durante el baño y has olvidado cogerlo, no dejes a tu peque en el agua sin supervisión. Sácalo del lavabo o la bañera y llévale contigo.

¿Cuál es el mejor momento del día para bañar a mi bebé?

No existe un momento perfecto para bañar a tu peque, ¡tú mandas! Escoge un rato en el que sea menos probable que te interrumpan y el bebé esté tranquilo. Es posible que quieras bañarle durante el día porque estará más alerta, aunque también puedes bañarle por la noche como parte de su rutina de sueño. Si planeas bañar a tu hija después de darle de comer, espera un poco para que su estómago se asiente.

¿Puedo darle a mi bebé juguetes de baño?

Ten en cuenta que los bebés no necesitan ningún juguete de baño, ya que chapotear en el agua será suficiente entretenimiento. A medida que tu hijo crezca, puedes usar algunos juguetes para bebés o incluso libros resistentes al agua para mantenerle ocupado.

Con el tiempo, tu bebé comenzará a disfrutar de los baños. De hecho, llegará un momento en que se parecerán más a la hora del juego que a otra cosa. Cuando sea más grande, deja que chapotee y se divierta en el agua. Entre baño y baño, es probable que debas cambiar muchos pañales. ¿Por qué no obtener una recompensa por ese esfuerzo? Descarga la aplicación Dodot VIP y gana puntos por cada compra, que podrás canjear más adelante por recompensas.

¿Cómo hemos escrito este artículo?
La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. Puede encontrar una lista completa de las fuentes utilizadas para este artículo a continuación. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulte a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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