Cómo bañar a un recién nacido: consejos para un baño seguro
¿No sabes por dónde empezar con el primer baño de tu recién nacido? A muchos padres les pasa lo mismo. Bañar a un bebé por primera vez puede parecer complicado, pero no tiene por qué serlo.
Aquí tienes un pequeño resumen de lo que aprenderás en este artículo:
No es necesario bañar al bebé todos los días. Con dos o tres veces por semana es suficiente.
Comienza con baños con esponja. Hasta que el muñón del cordón umbilical se haya caído, esta es la forma más segura de cuidar su higiene.
Comprueba siempre la temperatura del agua. Debe estar alrededor de los 37,8 °C y no superar los 38 °C. No dejes nunca al bebé sin supervisión.
Utiliza solo lo necesario. Un jabón suave y sin perfumes para bebés es suficiente, y no es necesario para cada baño.
Sécalo con cuidado e hidrátalo si es necesario. Procura que el bebé no coja frío y esté cómodo después del baño.
Sigue leyendo para descubrir cómo bañar a un recién nacido paso a paso, desde la preparación del espacio hasta el momento de secarlo e hidratar su piel.
¿Cuándo estará listo el bebé para su primer baño en la bañera?
¿Cuándo es seguro pasar de los baños con esponja a un baño en una bañera para bebés o en el fregadero? Según la American Academy of Pediatrics, es mejor esperar a que el muñón del cordón umbilical se haya caído y la zona esté curada antes de empezar con baños en la bañera.
Llegado el momento, el primer baño del bebé en la bañera debe ser tranquilo y breve, procurando en todo momento que se sienta seguro. Si el bebé está incómodo o molesto, puedes recuperar temporalmente los baños con esponja. No hay prisa; la experiencia de cada bebé es diferente y se trata de avanzar a su ritmo.
Cómo bañar a un recién nacido
Bañar por primera vez a un recién nacido puede intimidar un poco, pero es una sensación compartida por muchos padres. Si quieres aprender a bañar a un recién nacido o simplemente necesitas una guía práctica, estas instrucciones paso a paso te facilitarán las cosas. Desde preparar el espacio hasta el momento de lavar y secar: cada paso puede ser tranquilo, seguro y, sobre todo, agradable para ambos.
A continuación, te explicamos cómo prepararte y qué esperar.
Coge lo que necesites y prepara el espacio
Antes de empezar, es importante tener todo lo necesario a mano. Así evitarás tener que ir a buscarlo cuando tu bebé ya esté en la bañera. Tenerlo todo a mano no solo facilita el proceso, sino que también mejora la seguridad del bebé.
Esto es lo que necesitarás:
• Una bañera para bebés
• Una toalla suave con capucha
• Un paño suave limpio o una esponja
• Una taza o un recipiente pequeño para enjuagar
• Jabón y champú delicados para bebé, sin perfume (opcional)
• Loción para bebé, si quieres hidratarle la piel después
• Un pañal limpio, toallitas y un cambio de ropa
Procura que la temperatura del espacio sea la adecuada y que no haya corrientes del aire, así el bebé estará cómodo cuando esté desnudo. Puedes colocar la toalla antes del baño para poder envolverlo enseguida.
La temperatura del agua
El agua debe ser tibia, aproximadamente a unos 37,8 °C, y no puede superar los 38 °C. Comprueba la temperatura con la muñeca o con el codo.
Remueve el agua para igualar la temperatura y llena la bañera solo con unos 5 cm de agua. Una temperatura agradable hace que la hora del baño sea tranquila y segura para el bebé.
Cómo sujetar al bebé de forma segura
Sostener bien al bebé durante el baño le transmite una sensación de protección y le ayuda a sentirse más confiado. Con la mano no dominante, sujétale la cabeza y el cuello; con la otra mano, lávalo. Si utilizas una bañera para bebés, sujétalo siempre con una mano. Nunca lo dejes sin vigilancia.
Paso a paso: lavar y secar
¿Te gustaría saber cómo bañar a un recién nacido y conseguir que la hora del baño sea más fácil?
Sigue estos sencillos pasos para que la experiencia sea segura y agradable:
Prepara la bañera
Prepara la bañera
Pon una toalla en el fregadero o la bañera y llénala con aproximadamente 5 cm de agua tibia.
Pon al bebé en la bañera
Pon al bebé en la bañera
Sujeta la cabeza del bebé con una mano y ponlo poco a poco en el agua empezando por los pies. La cabeza y la parte superior del cuerpo deben estar fuera del agua. Procura que el baño sea rápido para que no coja frío.
Lávalo con suavidad
Lávalo con suavidad
Lávalo con agua o, si lo prefieres, con un jabón suave para bebés. Evita que coja frío echándole agua con una taza. Usa un paño suave para lavarle la cara.
Lávale el cabello
Lávale el cabello
Si el recién nacido tiene cabello, lávaselo con champú suave para bebés una o dos veces por semana. Sujétale la frente al enjuagar para evitar que el jabón le entre en los ojos.
Sécalo y ponle una loción hidratante
Sécalo y ponle una loción hidratante
Envuelve al bebé en una toalla suave nada más salir del agua. Sécalo con palmaditas y aplica una loción hipoalergénica sin perfume cuando la piel esté seca.
Trata la costra láctea
Trata la costra láctea
Si es necesario, cepilla suavemente el cuero cabelludo al lavar el cabello para que se caigan las escamas sueltas.
Nunca lo dejes sin vigilancia
Nunca lo dejes sin vigilancia
Si se te olvida algo, sácalo siempre fuera del agua y llévatelo contigo; nunca lo dejes desatendido.
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¿Con qué frecuencia hay que bañar a un recién nacido?
Quizás te sorprenda descubrir que un recién nacido no necesita muchos baños. Con bañarlo tres veces a la semana es suficiente, siempre que la zona del pañal se limpie a fondo en cada cambio. ¿Necesitas ayuda? Aquí tienes una práctica guía sobre el cambio de pañal.
Lo más recomendable es no bañarlo a diario, porque puede resecarle la piel.
¿Cuál es la mejor hora del día para bañar a un bebé?
No hay una hora perfecta para bañar al bebé. La decisión es de cada familia: elige un momento en que no preveas interrupciones y el bebé esté tranquilo.
Quizá prefieras bañar al bebé durante el día, cuando esté más despierto. Otra opción es incluir el baño en la rutina de acostarlo.
Si tienes previsto bañar al bebé después de una toma, espera un rato para que su estómago se haya asentado.
¿Cuándo puedo empezar a bañar al bebé a diario?
La mayoría de recién nacidos no necesitan bañarse todos los días, y el lavado diario puede resecar la piel. Sin embargo, a medida que el bebé crece y disfruta más del agua o se ensucia durante el día, puede ser buena idea incorporar el baño a la rutina diaria.
¿Se puede bañar al bebé con el muñón del cordón umbilical?
Durante las primeras semanas, cuando el bebé tenga todavía el muñón del cordón umbilical, quizá tengas dudas sobre cómo bañarlo. En este caso, solo debes realizar baños con esponja.
Un baño con esponja es muy sencillo: envuelve al bebé en una toalla y límpialo con un paño húmedo y agua jabonosa. Hazlo sobre una superficie cómoda, por ejemplo, un cambiador. El bebé debe estar envuelto en la toalla y luego vamos limpiando parte a parte.
Normalmente, el muñón del cordón umbilical se cae en unas pocas semanas. Si tarda más de lo esperado en desprenderse, consulta al profesional de la salud de tu bebé.
Lo ideal es que el muñón se seque y se caiga por sí solo; por ello, hasta ese momento solo se recomiendan baños con esponja. Una vez que el muñón se caiga, quizás puedas descubrir si el ombligo del bebé es hacia fuera o hacia dentro.
¿Se pueden dar juguetes de baño a un bebé?
Los recién nacidos no necesitan juguetes para el baño: el agua es entretenimiento suficiente. A medida que el bebé crezca, puedes añadir un plus de diversión a este rato con juguetes que floten o incluso libros para el agua.
PREGUNTAS FRECUENTES
Comienza con un baño con esponja mientras tenga todavía el muñón del cordón umbilical. Usa un paño tibio y ligeramente humedecido con un jabón suave para limpiar una zona cada vez, mientras el bebé está envuelto en una toalla en todo momento. Procura que sea un momento relajado y habla en voz baja para transmitir una sensación de tranquilidad.
Conclusión
Bañar a tu bebé recién nacido puede intimidar un poco al principio, pero con la práctica se convierte en una parte especial de su rutina. Saber cómo bañar a un recién nacido con el cordón umbilical y cuándo hacerlo te ayudará a tenerlo todo bajo control y ganar confianza.
Con el tiempo, es probable que tu bebé empiece a disfrutar de los baños, y lo que al principio era un momento tenso se convierta en un rato divertido y lleno de salpicaduras, siempre bajo supervisión.
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La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. Puede encontrar una lista completa de las fuentes utilizadas para este artículo a continuación. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulte a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.
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