Bebé de 21 meses: un pequeño soñador

Tu bebe ya tiene 21 meses

¿Tu angelito empieza a ser un diablillo?

Tu bebé de 21 meses puede utilizar su imaginación de varias maneras mientras juega. Es posible que esta habilidad continúe durante la noche, ya que tiene sueños intensos y activos que llegan a despertarle. Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarle a dormir del tirón. Sigue leyendo para saber lo que te espera estas próximas semanas.

Hitos del desarrollo en bebés de 21 meses

Tu peque será todo un personaje a esta edad, y que cada día viviréis una nueva aventura. Empezará a hacer cosas que no habías visto antes, progresará en sus habilidades sociales y revelará aún más de su personalidad. Aunque cada niño se desarrolla a su propio ritmo, si te preguntas qué debe hacer un bebé de 21 meses, estas son algunas de las cosas más típicas:

  • Aprender a esconder y buscar. Seguro que a tu hijo le encantar jugar al escondite. Recordará dónde están escondidas las cosas y también disfrutará buscándote a ti. Estos juegos le ayudarán a entender que, aunque no te vea, sigues allí. Puede que se emocione mientras espera a que la veas escondida detrás del sofá.

  • Interesarse por los juegos de fantasía. Cualquier tipo de juego ayuda a los niños a aprender. Con los juegos de simulación, tu bebé de 21 meses aprende cómo funcionan las relaciones e interactúan entre sí las personas. Es posible que imite las cosas que hay a su alrededor (por ejemplo, fingir que habla por teléfono o conduce un coche, o convertir un juguete en una bebida imaginaria).

  • Ser un poco posesivo. Tu peque puede mostrar signos de posesividad, especialmente si estás con otro bebé o si otro niño tiene un juguete que le gusta. Esto puede hacer que «mío» se convierta en una de sus palabras estrella. Sin embargo, no tienes de qué preocuparte; esto es común a su edad, y se le pasará cuando crezca.

¿Cómo puedes respaldar el desarrollo de tu hijo?

A continuación, te mostramos cómo puedes respaldar y fomentar el desarrollo de tu bebé de 21 meses:

  • Introduce palabras asociadas a las emociones. Haz que tu hijo aprenda a expresar sus sentimientos. Enséñale palabras como «enfadado», «contento» o «triste», entre otras.

  • Haz que lavarse los dientes sea divertido. Lavarse los dientes dos veces al día es una parte esencial de la rutina diaria de tu hijo, pero hasta que pueda hacerlo por sí mismo, puede ser todo un desafío. ¿Por qué no intentas que se convierta en un momento divertido? Juega al escondite con él mientras tanto o deja que practique sus habilidades en un muñeco o peluche con un cepillo de dientes viejo (sin agua ni pasta de dientes).

  • Ayúdale a quemar energía. La mayoría de los niños tienen tanta energía que no saben qué hacer con ella. Anima a tu hijo a ser activo y ayúdalo a cansarse a través del juego. Te recomendamos dedicar al menos 30 minutos a una actividad supervisada por un adulto y 1 hora al juego libre todos los días. Lograr que adquiera el hábito de estar activo desde una edad temprana será muy beneficioso a medida que crezca.

  • Pídele que te ayude en la cocina. A muchos niños les encanta ayudar en la cocina, por lo que es posible que desees implicar a tu peque en ello. Escoge una receta fácil, salid de compras juntos y delega en él tareas simples, como lavar frutas y verduras, medir ingredientes o remover. Asegúrate de supervisarle en todo momento.

  • Apóyale si es tímido. Cada niño tiene su propio temperamento, y es normal que algunos sean tímidos a esta edad. Si notas que tu peque tarda un tiempo en acostumbrarse a personas y situaciones nuevas, apóyale y muéstrale que le entiendes. No intentes forzarlo o presionarlo para que haga algo; dale el tiempo necesario para avanzar a su propio ritmo. Un poco de paciencia ayudará mucho, pero si algo te preocupa, consulta al pediatra.

  • Enséñale palabras del mundo que le rodea. Aparte de leer con tu hijo, habla constantemente con él para que descubra el mundo que le rodea. Muéstrale las señales de tráfico mientras dais un paseo, busca carteles de «Abierto» y «Cerrado» al entrar a las tiendas y señala las palabras «leche» en el cartón o «perro» en la bolsa de pienso. No solo aprenderá a reconocer algunas palabras, sino que también descubrirá que estas son importantes y están por todas partes.

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¿Cuánto come un bebé de 21 meses?

Una dieta saludable y equilibrada es fundamental para respaldar el desarrollo de tu bebé de 21 meses. Dale tres comidas principales, un almuerzo y una merienda al día. Debe comer una variedad de cereales integrales, proteínas, lácteos, verduras, frutas y grasas saludables.

Introducción de alimentos y sabores nuevos

Lo emocionante de ser un pequeño es que cada día trae nuevas experiencias. Puedes ayudar a tu bebé a desarrollar sus papilas gustativas con alimentos y sabores nuevos. A continuación, te damos algunas ideas para que la hora de comer sea un momento de lo más interesante:

  • Prueba varias formas de cocinar y servir las verduras. Es posible que a tu peque le gusten más las zanahorias salteadas que al vapor, o que coma brócoli al vapor si lo colocas sobre una cama de puré de patatas.

  • Experimenta con las salsas. Introduce nuevos sabores con salsas saludables (por ejemplo, hummus, guacamole o puré de manzana).

  • Haz que tu peque participe. Lleva a tu bebé de 21 meses al supermercado y pídele que escoja algunos productos. Una idea es llevarle al pasillo de las frutas y verduras y decirle que quieres probar algo nuevo. ¡A ver con qué te sorprende!

  • Comed juntos en familia. Evita hacer platos especiales para tu hijo. En su lugar, sírvele lo mismo que come el resto de la familia y dale ejemplo. Si te ve disfrutando de tu comida, estará más dispuesto a probar un alimento nuevo.

  • Sé creativa con lo que siempre le ha gustado. Si tu peque se resiste a probar cosas nuevas, deja volar tu imaginación y prepara algunos de sus platos favoritos con un toque nuevo. Añade una verdura nueva como topping de pizza (una de las cenas para bebés de 21 meses más deliciosas) o pon una fruta nueva encima de una bola de helado.

¿Cuánto duerme un bebé de 21 meses?

La mayoría de los niños a esta edad necesitan entre 11 y 14 horas de sueño al día, con una siesta diurna. Sin embargo, tu bebé de 21 meses puede tener dificultades para dormir bien por la noche, ya que los sueños se vuelven más intensos en esta etapa.

Sueño activo

Tu peque puede despertarse por la noche porque tiene sueños o pesadillas, y le costará diferenciar entre estos y la realidad. Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarle a dormir mejor, entre otros:

  • Ten cuidado con las historias que leéis antes de dormir. Recurre a historias alegres y tranquilas, y evita los temas de miedo o los personajes que puedan inspirar sueños intensos.

  • Deja que duerma con un peluche o una mantita. Estos objetos ayudarán a que tu bebé de 21 meses se sienta tranquilo y seguro mientras duerme o si se despierta durante la noche.

  • Dale tranquilidad siempre que sea necesario. Si tu hijo se despierta de un mal sueño, dile que todo está bien y que estás cerca para que se sienta protegido. Recuerda que las visitas nocturnas deben ser breves y poco estimulantes (es decir, no le levantes ni enciendas las luces) para que se vuelva a dormir cuanto antes.

Un día en la vida de tu hijo

Aunque cada niño es diferente, echa un vistazo a esta guía para saber cómo puede ser un día habitual en la vida de tu bebé de 21 meses:

Problemas de salud en bebés de 21 meses

Muchos niños tienen la piel sensible y, de vez en cuando, desarrollan problemas. Estas son algunas de las afecciones que tu bebé de 21 meses puede experimentar:

  • Piel seca. Los baños calientes, los niveles de humedad bajos y otros factores pueden causar sequedad en la piel.

  • Eczema (dermatitis atópica). Este problema provoca que la piel esté enrojecida y seca. Además, pueden aparecer pequeñas ampollas. Si crees que tu hijo lo padece o no estás seguro de los síntomas, consulta al pediatra.

  • Sarpullido o dermatitis de contacto. Pueden ocurrir si la piel entra en contacto con una sustancia irritante o un alérgeno.

El médico es el único que puede diagnosticar la causa del enrojecimiento, el dolor o la irritación de la piel de tu peque o aconsejarte sobre un tratamiento. Sin embargo, puedes hacer algunas cosas para evitar las molestias:

  • Aplica una crema hidratante. Elige una específica para pieles sensibles que alivie la sequedad y el picor.

  • Baña a tu peque con agua tibia, no caliente. Aclara la piel dos veces para eliminar cualquier resto de jabón, ya que este puede irritar la piel delicada.

  • Evita las telas ásperas o irritantes. La ropa de lana o material sintético puede irritar la piel.

Madres y padres: preocupaciones por el desarrollo del bebé

Es normal que, en ocasiones, te preguntes si tu peque se está desarrollando como debería o si hay algún hito que no ha alcanzado a los 21 meses. Recuerda que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Aunque puede ser más fácil decirlo que hacerlo, no compares el progreso de tu bebé con el de otros niños. Esto también se aplica a las comparaciones entre hermanos: tu peque no es igual que tu hijo mayor a la misma edad.

Si tienes dudas sobre algún aspecto del desarrollo de tu hijo, consulta al pediatra. Podrá tranquilizarte y decirte cómo proceder. En cuanto a su altura y peso, no tendrás de qué preocuparte si las cifras de las tablas de crecimiento se ajustan a lo esperado.

PREGUNTAS FRECUENTES

Los bebés de 21 meses hacen muchas tareas solos, como comer, ordenar los juguetes, quitarse algunas prendas de ropa o jugar con una pelota. Les gusta descubrir el mundo con las manos, por lo que es habitual que quieran tocar todo aquello que les llame la atención.

¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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