La primera comida del bebé: cómo presentarle alimentos sólidos a tu bebé

Durante meses, tu bebé ha crecido solo con leche materna o preparado para lactantes. Ahora que está creciendo, quizá tengas algunas preguntas: ¿cuál es el mejor momento para que mi bebé empiece a tomar alimentos sólidos?, ¿cuál es la mejor manera de introducirlos en su dieta?, ¿cuáles son los mejores alimentos al principio? Sigue leyendo para saberlo todo sobre la introducción de alimentos sólidos en la dieta de tu bebé y sobre cómo afrontar este nuevo y emocionante periodo de su desarrollo.

¿Está listo tu bebé para empezar a tomar alimentos sólidos?

La leche materna o el preparado para lactantes son los componentes más importantes y constantes de la dieta de tu bebé durante su primer año de vida. Sin embargo, por lo general, en torno a los 6 meses estará preparado para empezar a tomar además alimentos sólidos.

Es conveniente que estos primeros alimentos sólidos tengan una textura similar a la de la leche. Así será más fácil que tu bebé se acostumbre a ellos. Por eso, los cereales infantiles y los purés de un solo ingrediente son buenas opciones, ya que son solo un poco más espesos que la leche materna o el preparado para lactantes.

Para facilitar la transición de la leche a los alimentos sólidos, empieza dándole a tu bebé un poco de leche, luego una o dos cucharaditas de cereales infantiles o puré y, después, leche otra vez. Con el tiempo, tu pequeño descubrirá que este nuevo alimento sólido es tan agradable como la dieta líquida que había recibido hasta ahora, y podrás aumentar gradualmente la cantidad de alimentos sólidos que le das.

Cuando tu bebé se haya acostumbrado a los cereales infantiles y a los purés, puedes empezar a ofrecerle alimentos más espesos. Con el tiempo, puedes ofrecerle todo tipo de alimentos sólidos, cortados en pequeños trozos que pueda coger y comer fácilmente.

Si no estás segura de cuándo empezar a darle a tu pequeño alimentos sólidos, la revisión de los 4 meses es una buena oportunidad para consultar al pediatra, que puede sugerirte que prestes atención a los signos que indican que tu bebé está preparado:

  • Ha duplicado lo que pesaba al nacer y pesa al menos 6 kg. Esto suele ocurrir alrededor de los 4 meses.

  • No empuja la cuchara hacia fuera con la lengua cuando le das de comer. Es probable que tenga este reflejo de interposición lingual hasta los 4 o 5 meses.

  • Sostiene la cabeza por sí mismo y se sienta erguido con facilidad con algún apoyo.

  • Sigue la comida con los ojos y hace movimientos con la boca cuando ve a otros comer.

¿Con qué alimentos sólidos debes empezar?

Tradicionalmente, los cereales infantiles han sido los primeros alimentos que se han incorporado a la dieta de los bebés, seguidos de los purés de un solo ingrediente de verdura, fruta y, a continuación, carne. Sin embargo, no hay datos médicos que indiquen ventajas de seguir un orden determinado al introducir nuevos alimentos en la dieta ni que un alimento concreto tenga que ser el primero. Así que la decisión depende de ti.

Quizá quieras consultar al pediatra, que puede sugerirte que introduzcas las verduras antes que las frutas en la dieta y ofrecerte algún otro consejo.

Estos son los alimentos sólidos que puedes introducir en la dieta de tu bebé:

  • Cereales infantiles. Los cereales de un solo grano enriquecidos con hierro, como los de avena, cebada o arroz, son buenas opciones para empezar y a muchos bebés les encantarán. Evita dar a tu bebé únicamente cereales de arroz, ya que pueden exponerlo a un exceso de arsénico. Elige cereales infantiles ya mezclados o mezcla cereales secos con un poco de leche materna, preparado para lactantes o agua. Empieza dándole a tu bebé una o dos cucharaditas de cereales. A medida que pasen los días y veas que le gusta, puedes hacerlos más espesos y darle más.

  • Puré de verduras, frutas y carnes. También puedes empezar con un puré de verduras, frutas aplastadas o en puré como plátano o incluso compota de manzana sin azúcar. Prueba también con purés de carne, que pueden ser beneficiosos para la dieta de tu pequeño por su alto contenido en hierro y zinc, nutrientes que los bebés necesitan a los 6 meses.

  • Alimentos que se comen con las manos. Más o menos cuando tu bebé se sienta erguido, que suele ser alrededor de los 8 meses, puedes incorporar a su dieta alimentos que se comen con las manos. Son alimentos cortados en pequeños trozos para que pueda cogerlos fácilmente. Dale alimentos blandos y fáciles de tragar (evita los alimentos que pueden suponer riesgo de asfixia para tu pequeño), como batatas cocidas y cortadas, judías verdes cocidas, carne cortada en dados, dados de pan, rodajas de plátano, pasta, huevos revueltos o biscotes. Evita alimentos que deban masticarse.

  • Comida casera para bebés. Una alternativa a la comida ya preparada es hacerla en casa. Una licuadora, una batidora o un robot de cocina (o, a veces, simplemente un tenedor) es todo lo que necesitas para que los alimentos tengan la consistencia adecuada para tu pequeño, ya sea en forma de puré cuando está empezando con los alimentos sólidos o más espesos en los meses siguientes. No añadas sal ni otros condimentos a la comida. Ten en cuenta que la comida casera para bebés se estropea más rápidamente que la preparada, así que no guardes las sobras mucho tiempo en el frigorífico. Puedes congelarla, eso sí.

10 consejos para introducir alimentos sólidos en la dieta de tu bebé

Aquí tienes algunos consejos sobre las mejores formas de introducir alimentos sólidos en la dieta de tu bebé:

  1. Ofrécele alimentos sólidos cuando tenga un poco de hambre. Busca un momento del día en el que tu bebé esté de buen humor y tenga un poco de hambre para que esté más dispuesto a probar alimentos sólidos. Con el tiempo querrá unirse al resto de la familia a la hora de comer, algo que, de hecho, es recomendable, ya que puede tener un efecto positivo en su desarrollo.

  2. Sienta a tu bebé en posición vertical. Esto es muy importante para reducir el riesgo de asfixia. Puedes apoyarlo en tu regazo o, si puede sentarse bien (suele ocurrir a los 6 o 7 meses), ponerlo en una trona con cinturón de seguridad.

  3. Incorpora los alimentos de uno en uno. Espera entre tres y cinco días antes de incorporar nuevos alimentos en la dieta de tu bebé. Así comprobarás que no es alérgico a ninguno de estos alimentos. Si después de darle un alimento notas diarrea, sarpullido o vómitos, deja de dárselo y consulta al pediatra. Si hay antecedentes de alergias a algún alimento en tu familia, consulta a tu médico antes de probarlo. La leche, los huevos, el pescado, el marisco, los frutos secos, los cacahuetes, el trigo y la soja son algunos de los alérgenos alimentarios más comunes. Si tu bebé ha probado diversos alimentos por separado y no ha tenido ninguna reacción adversa, no dudes en mezclar dos alimentos diferentes.

  4. Anímalo a beber de un vaso. Si tu bebé tiene sed, puedes darle pequeños sorbos de agua a partir de los 6 meses (hasta entonces, su único líquido debe ser la leche materna o el preparado para lactantes). Los expertos recomiendan el agua, porque es la opción más saludable, y acostumbrar a tu bebé al agua desde el principio tendrá beneficios para su salud a largo plazo. Cuanto tu bebé tenga alrededor de 6 meses, es buena idea empezar a enseñarle a beber de un vaso. Dale líquidos en un vaso con dos asas grandes y tapa con espita, como un vaso antiderrame para bebés.

  5. Sirve la comida en un plato. No es buena idea dar de comer al bebé directamente del bote, ya que puedes contaminar lo que queda. Sirve una pequeña cantidad en un plato. Tendrás que desechar los restos que queden en el plato, pero puedes meter en el frigorífico lo que quede en el bote.

  6. Empieza con una cuchara pequeña. Nunca pongas sólidos en un biberón a menos que el pediatra te lo haya recomendado. Usa una cucharilla o una cuchara de bebé recubierta de goma para no dañar los labios ni la boca de tu pequeño. Empieza con una pequeña cantidad de comida, incluso menos de media cucharada. Darle a tu bebé un objeto para que lo sostenga mientras le das de comer también es buena idea. Esto puede animarlo a empezar a comer solo en torno a los 8 o 9 meses.

  7. Juega con él. Habla con tu bebé mientras le das de comer y no dudes en contarle lo que está ocurriendo: «¡Mira qué comida tan rica va hacia ti!». Puede que esté confundido, pero si lo ayudas a familiarizarse con la comida y lo animas con la voz, puedes convencerlo de que la pruebe.

  8. Busca señales que te indiquen que tu bebé está lleno o que no le apetece comer. Si empieza a llorar o se aparta de ti mientras le das de comer, no lo fuerces. Puede ser que esté lleno o que, simplemente, no tenga ganas de comer en ese momento. Puedes intentar darle alimentos sólidos en otro momento en el que esté más receptivo. Si es uno de tus primeros intentos con alimentos sólidos, es posible que aún no esté preparado para comer este tipo de alimentos, por lo que puedes volver a darle solo el pecho o preparado para lactantes.

  9. No te preocupes por el desorden. Al principio, la mayor parte de la comida acabará en el suelo, en el babero, en las mejillas del bebé y en casi cualquier sitio excepto su boca. No te preocupes. Aumenta la ración poco a poco para que tu bebé se acostumbre.

  10. Quédate con tu bebé durante las comidas. Por la seguridad de tu bebé y para reducir el riesgo de asfixia, debes estar siempre presente cuando tu hijo vaya a probar alimentos sólidos.

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Alimentos que no debes darle a tu bebé

Aquí tienes una lista de alimentos y bebidas que debes evitar dar a tu bebé:

  • No le ofrezcas alimentos que pueden suponer un riesgo de asfixia, como:

    • Perritos calientes o salchichas.

    • Trozos grandes de carne o queso.

    • Pescado con espinas.

    • Frutos secos y semillas.

    • Palomitas y granos de maíz cocidos o crudos.

    • Piezas enteras de fruta enlatada o uvas, bayas, cerezas, tomates cherri o bolas de melón sin trocear.

    • Verduras crudas.

    • Trozos grandes de fruta cruda.

    • Fruta deshidratada, como las pasas.

    • Galletas o barritas de cereales.

    • Patatas fritas de bolsa, fritos de maíz y otros aperitivos.

    • Biscotes o panes con semillas, frutos secos o granos integrales.

    • Granos integrales como arroz, cebada o trigo.

    • Caramelos duros, viscosos o pegajosos.

    • Chicles.

    • Nubes de gominola.

  • No le des miel ni jarabe de maíz hasta después de su primer cumpleaños, ya que pueden contener esporas que causan botulismo infantil.

  • Nada de leche de vaca hasta después de su primer cumpleaños, ya que tu bebé no podrá digerirla antes.

PREGUNTAS FRECUENTES

Depende. Los médicos recomiendan empezar a dar alimentos sólidos alrededor de los 6 meses, que es cuando la mayoría de los bebés pierden el reflejo de interposición lingual.


Consulta al pediatra si crees que tu bebé está preparado para empezar a comer alimentos sólidos antes.

Conclusiones sobre cómo introducir sólidos a un bebé

La introducción de alimentos sólidos en la dieta de tu bebé es un hito. Se abre ante él todo un nuevo mundo de sabores, texturas y olores. En poco tiempo, tu bebé aprenderá a dar pequeños bocados, a masticar, a descansar entre bocado y bocado e incluso a comer él solo con la cuchara.

Siempre que sea posible, come en familia, ya que esto puede tener un efecto positivo en el desarrollo de tu bebé y la hora de la comida puede ser un momento de unión especial para toda la familia. Si tienes alguna duda sobre la dieta de tu bebé, sobre su correcto desarrollo o sobre cómo lidiar con un niño demasiado selectivo con la comida, consulta al pediatra.

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¿Cómo hemos escrito este artículo?
La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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