Bebé de 18 meses
Entrenamiento en el uso del orinal
El rey de la casa ya tiene su trono: ¡el orinal!
Sólo el niño puede decidir cuándo está listo para el entrenamiento para el uso del orinal. Se debe descartar toda presión que hagan en la guardería, las amistades, etc. Se trata de un logro propio del niño.
¿Cuándo está preparado?
A finales del segundo año, es posible que el pequeño esté listo para iniciar su entrenamiento para el uso del orinal (y probablemente no finalice este entrenamiento hasta el cuarto año). Las siguientes señales os indicarán que posiblemente está preparado.
- Deposiciones regulares y predecibles.
- Habilidad para subir y bajar sus pantalones.
- Interés en los hábitos de evacuación y micción de otras personas y en usar ropa interior, es decir, básicamente querer ser como los demás a su alrededor.
- Algunas demostraciones, como por ejemplo, agacharse, gruñir o incluso decirle que tiene que evacuar.
Sin embargo, ¡recordad que todo depende de vuestro hijo!
Si alguna vez vuestro hijo os dice que siente dolor al orinar, que no puede aguantar la orina, si la orina es de color rosado, contactad con el pediatra, pues podrían ser signos de una infección urinaria.
Seguid cuidando su piel.
Aun cuando el pequeño comience a usar pañales sólo para la siesta, los viajes y durante la noche, no deberíais cambiar la manera de cuidar su piel al ponerle el pañal.
Por alguna razón en especial, la piel de los niños pequeños se vuelve incluso más sensible después de estar parcialmente limpia y seca. En lo que se refiere al área del pañal, la piel sana es sinónimo de piel seca. La piel húmeda en el área del pañal se vuelve rápidamente frágil y vulnerable a la irritación. Para reducir al máximo la humedad producida por el pañal, cambiadlo con frecuencia y utilizad pañales superabsorbentes, especialmente durante la noche. Si utilizáis pañales de tela, es recomendable poner un poco más de atención en cuanto a revisarlo y cambiarlo. Recordad que los cambios de dieta, las enfermedades y los antibióticos pueden producir cambios en la composición de las heces de vuestro hijo, lo que puede irritar sus nalgas. Tratad estas irritaciones de manera enérgica apenas aparezcan; de esta forma, su hijo no considerará como negativo el momento de ir al baño.
Con el tiempo, aprenderá a despertarse por la noche cuando tenga que ir al baño. Hasta entonces, utilizad pañales superabsorbentes.
Elegir la guardería adecuada.
La mayoría de guarderías o jardines de infancia exigen que los pequeños estén entrenados para el uso del orinal antes de matricularlos. Esto constituye una verdadera presión para el bebé y sus padres.
Muchas guarderías requieren que, por lo menos, estén entrenados a más tardar a los dos años y medio. En lo posible, elegid aquella donde se respete la necesidad de vuestro hijo de decidir cuándo quiere ser entrenado. No existe nada mágico a la edad de dos años y medio. Muchos niños necesitan más tiempo para decidir acomodarse a lo que la sociedad les exige en esta importante área. Lo esencial es que ellos mismos puedan alcanzar la capacidad de control sobre sus propias necesidades.
Aprender de la propia experiencia.
La experiencia de los padres cumple una función muy importante en su actitud frente al entrenamiento para el uso del orinal y el control de los esfínteres. Si recuerdas que tu madre o padre te castigaba a ti o a tus hermanos, quizás no te convenza fácilmente de si es correcto permitir que un niño de tres años tome sus propias decisiones.
Si tu hijo tiene problemas de aprendizaje, recuerda tus propias batallas y hazle ver que todavía hay esperanzas. Aprender a utilizar el orinal y renunciar a una parte de su cuerpo es mucho pedir para un niño. Dejar que controle cada etapa es una forma de respeto hacia él y su madurez para recibir 'entrenamiento'.
¡Guerra de burbujas!
Si vuestro hijo está últimamente un poco nervioso, organizad una guerra de burbujas. Comprad un bote en la tienda o, para mayor diversión (¡y desorden!), haced la mezcla vosotros mismos.
Tomad 2/3 de taza de detergente lavavajillas líquido y agregadle agua hasta obtener un concentrado de burbujas. Prácticamente todos los niños (un niño irritable, un niño cansado o un niño muy sensible) se calmarán con ellas.
Bebé de 18 meses - checklist