Semana 26 de embarazo

Semana 26 de embarazo: desarrollo del bebé

En la semana 26 de embarazo, los pulmones de tu bebé están trabajando duro y preparándose para sus primeras respiraciones tras el nacimiento. Están empezando a producir surfactante, una sustancia que ayuda a los pulmones a inflarse correctamente con cada respiración. A estas alturas, el reflejo de succión del bebé es tan fuerte que, si pasa la mano cerca de la cara, es posible que se chupe el pulgar o algún otro dedo. Las ecografías suelen mostrar a los bebés chupándose el pulgar. La piel del bebé está empezando a tomar un color rojizo, aunque todavía es un poco translúcida. Le sigue creciendo pelo en la cabeza y también empiezan a salirle las pestañas. Si esperas con impaciencia el día en que puedas mirar a los ojos a tu recién nacido, debes saber que ya has recorrido más de la mitad del camino. Aunque los ojos de tu bebé han estado cerrados hasta este momento, pronto se abrirán y podrán parpadear. En la semana 26 de embarazo, si el médico lo considera oportuno, puedes empezar a seguir los movimientos de tu bebé. Hay muchas herramientas en Internet que pueden ayudarte a registrar sus movimientos. Así podrás llevar la cuenta de todas esas pequeñas patadas, volteretas y golpes. En la semana 26 de embarazo la posición del bebé puede cambiar de vez en cuando y en las siguientes semanas será importante que prestes atención a la frecuencia de sus movimientos. Tu médico te ofrecerá más información sobre cómo hacerlo.

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¿Qué tamaño alcanzará el bebé durante la semana 26 de embarazo?

En la semana 26, el tamaño del feto será similar al de un calabacín. Puede medir unos 23 cm desde la coronilla hasta la rabadilla y pesar alrededor de 900 g. Fíjate en el aspecto puede tener tu bebé esta semana, todo acurrucadito y a gusto:

Feto en la semana 26 de embarazo

El cuerpo de la madre en la semana 26 de embarazo

Ya se acerca el final del segundo trimestre. En solo dos semanas (es decir, a partir de la semana 28) empezarás el tercer trimestre. El vientre y el pecho siguen creciéndote, por lo que deberás asegurarte de utilizar ropa cómoda y llevar un sujetador a tu medida, de tirante ancho y copa amplia. Los grandes almacenes o las tiendas de lencería pueden disponer de una gran variedad de sujetadores de maternidad, además de ofrecerte pruebas profesionales para asegurarte de que llevas la talla correcta. Es posible que veas estrías en el vientre, los pechos y los muslos alrededor de la semana 26 de embarazo. Por desgracia, la aparición de estrías es algo inevitable, pero quizás te consuele saber que suelen desaparecer después del parto. Si al estirársete la piel te pica, asegúrate de hidratarla a menudo. Si sientes algún tipo de molestia o dolor abdominal alrededor de la semana 26 de embarazo, es posible que el médico te sugiera realizar una ecografía para comprobar la cantidad de líquido amniótico que hay en tu útero.

Semana 26 de embarazo: síntomas

Estos son los síntomas que puedes tener durante la semana 26 de embarazo:

  • Dolor de pelvis. En la semana 26 de embarazo, los ligamentos de las pelvis pueden aflojarse y volverse más flexibles como forma de preparación para el parto. Esto puede producir dolor en la zona pélvica y en la zona lumbar al sentarte o levantarte de una silla, o al subir o bajar escaleras. Habla con tu médico sobre cómo controlar y aliviar el dolor de espalda mediante ejercicios, estiramientos y otros métodos.

  • Contracciones de Braxton Hicks. Algunas futuras mamás experimentan las llamadas contracciones de Braxton Hicks, aunque es más probable que se produzcan en el tercer trimestre. Las contracciones de Braxton Hicks pueden sentirse como una opresión en el abdomen o pueden ser un poco más dolorosas. Ten en cuenta que es más probable que se produzcan a última hora del día o después de hacer ejercicio o mantener relaciones sexuales. Mantenerse hidratada es una forma de evitar las contracciones de Braxton Hicks. Si no estás segura de si tienes contracciones de Braxton Hicks o contracciones de parto reales, acude al médico inmediatamente.

  • Estrés y ansiedad. El estrés y la ansiedad pueden aparecer durante el embarazo cuando empiezas a prepararte para la llegada del bebé. Es normal que sientas algo de ansiedad por los cambios de vida que te esperan. Si tienes antecedentes de depresión o estás más preocupada o ansiosa de lo habitual, habla con tu médico sobre el estrés durante el embarazo. Mantener una rutina de ejercicio moderado también puede ayudarte a controlar el estrés, al igual que reunirte con amigos. Date un respiro de vez en cuando y recuerda que no estás sola.

  • Infección del tracto urinario. Este tipo de infecciones son frecuentes durante el embarazo porque las bacterias pueden entrar en el organismo a través de la uretra. Las infecciones del tracto urinario pueden dar lugar a infecciones más graves de la vejiga o los riñones si no se recibe tratamiento, por lo que debes informar a tu médico inmediatamente en caso de dolor al orinar, fuerte necesidad de orinar o fiebre. Tu médico puede recetarte antibióticos para eliminar la infección.

Semana 26 de embarazo: consejos

  • Algunas futuras mamás recurren a la ayuda de una doula, que puede actuar como asistente profesional durante el parto y dar apoyo durante el posparto. Aunque no sustituyen a los médicos, las enfermeras ni otros profesionales sanitarios, las doulas pueden ofrecerte apoyo emocional, ayudarte a comunicarte de forma eficaz con el personal del hospital e incluso ayudarte a iniciar la lactancia después del parto. Si te interesa contar con una doula, pídele recomendaciones a tu médico o al instructor de tu clase de preparación para el parto (y a tus compañeros de clase).

  • Tal vez quieras crear un plan de parto que te ayude a definir lo que te gustaría que ocurriese durante el mismo y compartir tus preferencias con tu pareja y el personal del hospital. Lo que decidas incluir depende de ti, pero es una buena idea consultar al médico a la hora de redactarlo, ya que podrá darte recomendaciones muy útiles y sabrá qué puedes utilizar y qué es lo más apropiado para tu situación particular. No es obligatorio tener un plan de parto y, aunque lo tengas, es importante ser flexible. Es probable que el nacimiento de tu bebé no vaya exactamente según lo previsto. Si estás interesada en redactar un plan de parto y te gustaría inspirarte para decidir qué incluir, puedes descargar varias plantillas de Internet. Una vez que hayas terminado el plan de parto, imprime varias copias para el personal del hospital y para la persona que te acompañará durante el parto.

  • Vigila la ingesta de líquidos y fibra. Beber entre seis y ocho vasos de agua al día te ayuda a mantenerte hidratada, mejora la digestión y ayuda a evitar las infecciones de orina y vejiga. También ayuda a garantizar que tu bebé recibe los nutrientes que necesita mientras crece. Por otro lado, consumir suficiente fibra (25 g diarios) puede ayudarte a evitar el estreñimiento y a reducir el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas. Si necesitas aumentar el consumo de fibra, incorpora a tu dieta alimentos como plátanos, pastas integrales, lentejas y manzanas. Un plátano contiene unos tres gramos de fibra y una taza de pasta integral aporta unos seis gramos, lo que los convierte en grandes fuentes de fibra.

  • A medida que crece tu vientre, quizás tu pareja y tú os preguntéis si es seguro mantener relaciones sexuales. Lo más seguro es que consultes a tu médico para que te aconseje según tu situación personal, pero en general, si tu embarazo evoluciona con normalidad y tanto tú como tu pareja os sentís preparados para ello, mantener relaciones sexuales durante el embarazo suele considerarse seguro. Además, aún puede ser agradable y cómodo para ambos, aunque es posible que tengas que probar otras posturas si la barriga, cada día más voluminosa, te estorba.

  • Aunque algunos futuros padres podrían estar ya empezando a acotar su lista de nombres favoritos, si todavía estáis en la fase de búsqueda, podéis ayudaros de nuestras listas de nombres para niño y niña:

Semana 26 de embarazo: consultar al médico

  • ¿En qué consiste el almacenamiento de sangre del cordón umbilical? ¿Es algo que deba plantearme?

  • ¿Necesito la vacuna Tdap para evitar el tétanos, la difteria y la tosferina? De ser así, ¿cuándo se me debe administrar?

  • ¿Qué debo hacer si no estoy segura de si estoy sintiendo contracciones de Braxton Hicks o contracciones de parto reales? ¿A quién puedo llamar si tengo dudas y mi médico no está disponible?

  • ¿Cómo puedo estar segura de que mi dieta incluye suficiente vitamina D?

  • ¿Qué ocurre si mi tensión arterial es demasiado alta?

  • ¿Estoy en riesgo de tener diabetes gestacional?

Semana 26 de embarazo: cosas que debes hacer

  • Si estás interesada, busca doulas locales que te ayuden en el parto. Puedes pedir al médico, tus amigos o tu familia que te recomienden a alguien. También puedes buscar una doula por otros medios.

  • Si ya has empezado a redactar un plan de parto, repásalo con tu médico y pídele su opinión y consejo.

  • Empieza a buscar información y recursos locales que te ayuden con la lactancia, como clases o asesores de lactancia. Hacer esta búsqueda ahora, mucho antes del nacimiento del bebé, puede ayudarte a sentirte más preparada.

  • Si tienes un animal de compañía, puedes preguntar al veterinario si es necesario realizar algún tipo de entrenamiento o preparación especial antes de llevar a tu bebé a casa. Pregunta al veterinario cómo presentarle tu perro o gato al bebé de forma segura y qué precauciones debes tomar. Recuerda que los expertos desaconsejan dejar a un animal de compañía a solas con un bebé o un niño pequeño.

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¿Cómo hemos escrito este artículo?
La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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