¿Qué sucede en el periodo posparto?
El período posparto de la mujer, conocido también como puerperio, comienza en el momento en que nace el bebé y dura aproximadamente seis semanas. A veces se le denomina «cuarto trimestre», y es un tiempo importante tanto para ti como para tu peque.
Además de las emociones, que pueden variar desde la alegría hasta la tristeza, también experimentarás algunos cambios físicos y tendrás que adaptarte a un nuevo estilo de vida.
Sigue leyendo para descubrir los cambios físicos, emocionales y de estilo de vida a los que estarás expuesta durante las primeras seis semanas del posparto. También encontrarás información sobre la depresión posparto, el sexo durante el periodo de posparto de la mujer y el momento en que suele volver la menstruación después de dar a luz.
Además, veremos cuándo debes programar la primera revisión posparto, a qué condiciones médicas debes prestar atención durante este tiempo y otros aspectos importantes.
¿Qué es el puerperio?
El período de posparto, a veces denominado puerperio, comienza con el nacimiento del bebé y se extiende hasta aproximadamente las seis semanas posteriores. No obstante, ten en cuenta que algunas consecuencias del embarazo y el parto pueden durar mucho más tiempo.
El período de posparto de la mujer es un tiempo de adaptación: a una nueva vida como madre y una rutina diferente, a cuidar con tu pareja de un recién nacido, a los cambios físicos mientras te recuperas del embarazo y el parto, y a las nuevas emociones que acarrean todos estos cambios.
Leer sobre lo que te espera te ayudará a sentirte más preparada. Además, el médico también responderá a cualquier pregunta que tengas sobre lo que sientes en este momento.
Cambios fisiológicos en el puerperio
Durante las semanas y meses después de dar a luz, tu cuerpo experimentará muchos cambios. A continuación, te mostramos algunas de las cosas que pueden suceder a nivel físico.
Los primeros días del posparto
Tu pequeño por fin ha llegado. Además de darle de comer y hacer mucho contacto piel con piel, comenzarás a recuperarte del parto.
Aquí tienes algunos de los cambios físicos que podrías experimentar en los primeros días después de dar a luz:
Sangrado vaginal. La sangre y el tejido que recubrían el útero durante el embarazo se expulsarán en los primeros días y semanas después de dar a luz, aunque a veces el sangrado dura más tiempo. Este flujo vaginal se llama loquios posparto. Por lo general, comienza siendo de un color rojo brillante, pero con el tiempo disminuye en volumen y cambia a un color marrón o amarillo. Al dar el pecho, puedes notar que sale un poco más de sangre, ya que la lactancia hace que el útero se contraiga.
Contracciones. Puedes sentir calambres o contracciones después del parto durante aproximadamente los 10 días posteriores a dar a luz. Esto sucede a medida que el útero vuelve a su tamaño y posición normales cerca del hueso púbico. Si te sientes incómoda, puedes tomar un analgésico sin receta, pero consulta primero al médico si has optado por dar el pecho.
Dolor perineal. Si diste a luz por vía vaginal, el área entre tu vagina y ano (perineo) se estiró para que el bebé pasase. Si sufriste un desgarro perineal o una episiotomía, es posible que te hayan puesto puntos. En el período de posparto, puedes experimentar hinchazón y dolor en esta zona a medida que la piel, los tejidos y los músculos se recuperan. Según la magnitud del desgarro o el dolor, el médico te recomendará un tratamiento adecuado. Por lo general, aplicar una compresa fría, sentarse en una almohada cómoda o sumergirse en agua tibia alivia un poco las molestias. También puedes pedir al médico que te recomiende una crema o un espray anestésicos.
Dolor al orinar. Durante el parto, si diste a luz por vía vaginal, el bebé ejerció mucha presión sobre la vejiga y la uretra. En el período de posparto de la mujer, podrías sentir dolor al orinar o tener ganas de hacerlo, pero no poder. Hacer correr agua tibia sobre la zona vaginal mientras orinas y beber mucha agua te ayudará a aliviar el dolor.
Hinchazón en piernas y pies. Para aliviar las molestias, coloca las piernas en alto sobre una almohada o reposapiés.
Estreñimiento. Puede que sientas dolor al evacuar o que tus movimientos intestinales sean más lentos debido a la cirugía o los medicamentos para el dolor. Si sufres de estreñimiento, intenta caminar, comer alimentos ricos en fibra (por ejemplo, frutas y verduras) y tomar un ablandador de heces si el médico lo recomienda. Beber mucha agua también ayuda a mejorar la situación.
Hinchazón en los pechos. Puede que notes los pechos duros y sensibles un par de días después de dar a luz a tu bebé, ya que se están llenando de leche. Una vez que comiences con la lactancia materna, la incomodidad desaparecerá. Si das a tu bebé leche de fórmula, la sensación de hinchazón en los senos probablemente disminuirá en unos 7 a 10 días. Si no planeas dar el pecho, puedes utilizar un sujetador cómodo y ropa holgada, tomar medicamentos para el dolor si el médico lo recomienda y aplicar compresas frías en la zona para reducir las molestias. No intentes extraer la leche para aliviar el dolor, ya que esto envía una señal al cuerpo para producir más leche y prolongará el proceso.
Los primeros meses del posparto
Tu cuerpo ha pasado por mucho durante el embarazo y el parto, y necesita tiempo para recuperarse y volver a la normalidad después de dar a luz. Puede que debas adaptarte a una nueva realidad, ya que algunas cosas no volverán a ser exactamente como antes. Esto es completamente natural: acabas de tener un bebé, por lo que es normal que algunas cosas cambien.
Estas son algunas de las cosas que podrías notar en los meses del puerperio:
Fatiga. En los es normal sentirse cansada. Has pasado por mucho tanto emocional como físicamente, y tienes muchas cosas nuevas que procesar. Tu recién nacido también necesita comer con frecuencia, y puede que no estés durmiendo mucho, así que tienes razones para tener sueño. Para reducir el agotamiento y el estrés, duerme cuando tu bebé duerma, pide ayuda, limita las visitas sigue una alimentación equilibrada, rica en proteínas y hierro, y haz lo mínimo imprescindible en todo lo demás (por ejemplo, deja que otra persona cocine y friegue los platos). Es el momento de tomártelo con calma y centrarse en ti y en el peque.
Sudores. Los cambios hormonales en el puerperio pueden dejarte empapada en sudor, especialmente por la noche. Aunque esto pasará pronto, mientras tanto, puedes dormir sobre una toalla para evitar que las sábanas se mojen. Consulta al médico si te preocupa la cantidad de sudor que produces.
Cambios en el área abdominal. Al principio puede parecer que sigues embarazada, aunque ya hayas tenido a tu bebé, ya que los músculos abdominales deben volver lentamente a la normalidad. Algunas mujeres experimentan diástasis (separación abdominal), que ocurre cuando los lados izquierdo y derecho de los músculos del abdomen se separan durante el embarazo, pero no vuelven a la normalidad en el período de posparto de la mujer. Muchas mujeres usan fajas en el posparto para evitar dolores en esta zona del cuerpo, sobre todo si sienten molestias.
Estrías. A algunas mujeres les salen estrías durante el embarazo y, aunque estas tienden a no desaparecer completamente, suelen atenuarse con el tiempo.
Caída de pelo. No es raro que se te caiga el pelo en el posparto. A medida que las hormonas se estabilicen, tu cabello volverá a la normalidad. Echa un vistazo a este artículo sobre la caída de pelo en el posparto.
Pérdida de peso. Puedes perder hasta 9 kg con bastante rapidez durante el periodo de posparto, pero es posible que no recuperes tu peso previo durante un tiempo. Recuerda que no todo el peso que ganaste durante el embarazo es grasa. Dar a luz a tu bebé y la placenta, perder el líquido amniótico y reducir el exceso de sangre y líquido corporal que tenías durante el embarazo te hará sentirte más ligera durante las etapas del puerperio. Seguir una dieta saludable y hacer ejercicio te ayudarán a recuperar la forma, y seguramente te quedes cerca del punto de partida en unos pocos meses. Según los expertos, ahora no es el momento de hacer dieta, ya que tu cuerpo debe obtener todos los nutrientes necesarios para recuperarse del embarazo y el parto. Ten paciencia contigo misma y con tu cuerpo. Si das el pecho, es especialmente importante que no pierdas peso drásticamente, ya que esto puede afectar al volumen de leche. El médico te dirá cuáles deben ser tus objetivos de pérdida de peso y cómo puedes lograrlos de manera segura a largo plazo.
Incontinencia urinaria. Si notas que a veces se te escapa un poco de orina inesperadamente, no estás sola. Muchas mujeres experimentan incontinencia urinaria después de dar a luz. Factores como el parto vaginal o tener un bebé grande pueden aumentar el riesgo. Practica los ejercicios de Kegel para restaurar el tono muscular y pide ayuda al médico si las cosas no mejoran con el tiempo. En muchos casos, la incontinencia urinaria se resuelve por sí sola en aproximadamente tres meses.
Incontinencia fecal. Puede que expulses gases o unas pocas heces sin querer. Durante el parto, los músculos y nervios alrededor del recto pueden dañarse. Informa al médico si experimentas este síntoma, ya que puede recetarte fisioterapia y medicamentos para resolverlo.
Hemorroides. Si durante el embarazo tuviste varices en la vulva o hemorroides, es posible que empeoren ahora que has dado a luz. También pueden aparecer ahora, incluso si no las tenías antes, debido al esfuerzo que hiciste durante el parto. El médico te recomendará un tratamiento adecuado, como un espray con medicación o compresas frías de hamamelis. Con el tiempo, estas venas hinchadas y dolorosas se harán más pequeñas o desaparecerán por completo.
Enfrentarse a los cambios físicos
Durante el período de posparto, es probable que debas enfrentarte a los cambios del embarazo y el parto en tu cuerpo, y ser indulgente contigo misma. Tu bebé tardó tiempo en crecer y desarrollarse dentro de ti, por lo que tardarás un tiempo en volver a lo de antes.
Sigue una dieta equilibrada con alimentos saludables, haz algo de ejercicio, dedícate tiempo y sé paciente. Tienes mucho que hacer en este momento; no tengas prisa por adaptarte.
Adaptarse a los cambios de estilo de vida en el posparto
Con un recién nacido al que cuidar, tu vida y estilo de vida cambiarán de muchas maneras. Puede que te sientas muy emocionada por esto o que eches de menos partes de tu vida anterior. Lo más probable es que sientas una mezcla de emociones. Aceptar que las cosas serán diferentes ahora es un paso importante para hacer que la transición a tu nuevo papel de madre o padre en el sea adecuada.
Más allá de los momentos alegres, también es un período de estrés y cansancio, por lo que es fundamental seguir una serie de cuidados posparto tanto por dentro como por fuera.
Pide ayuda siempre que sea posible y comparte la carga con tu pareja tanto como puedas. Puede que algún amigo o amiga quiera preparar algo de comida para ti, o que te turnes con tu pareja por las noches para dar el biberón y asi puedas dormir un poco más. Comparte cómo te sientes con amigos y familiares. Puede que descubras que, al contarles lo que pasa por tu mente, te resulte menos agobiante.
Si alguna vez te estresas demasiado con tu pequeño, déjale en la cuna y sal de la habitación. Date un momento para tomar aire; nunca sacudas al bebé por frustración.
Busca estrategias para evitar el estrés excesivo. Puede que necesites más ayuda de tu pareja o tengas que pedir a tus seres queridos que te echen una mano. Pregunta al médico qué servicios comunitarios están disponibles en tu zona para contar con una red de apoyo más amplia.
Ejercicio durante el período de posparto de la mujer
Aunque estés cansada y muy ocupada, el deporte aumentará tus niveles de energía y te ayudará a recuperar la forma física.
Intenta hacer unos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. Si diste a luz por vía vaginal, podrás comenzar a hacer ejercicio tan pronto como te sientas preparada. Si tuviste una cesárea, es posible que debas esperar de cuatro a seis semanas para que tu cuerpo se recupere correctamente.
Consulta siempre al médico antes de volver a hacer ejercicio. Además, puede que tardes un tiempo recuperar la misma intensidad a la que estabas acostumbrada antes de quedarte embarazada.
Las caminatas rápidas, la natación y las clases diseñadas para el período de posparto de la mujer pueden ser buenas opciones.
Intenta no centrarte únicamente en la pérdida de peso o en volver a entrar en un par de vaqueros. En su lugar, considera el ejercicio como una manera de mantenerte sana y de tener la energía necesaria para cuidar de tu pequeño.
En este momento, es especialmente importante fortalecer el núcleo es decir, los músculos de la espalda y el abdomen), ya que se habrá debilitado durante el embarazo. Si el médico te da el visto bueno, puedes probar ejercicios como los que se muestran aquí:
Echa un vistazo a la imagen anterior y las instrucciones siguientes, y haz unas 20 repeticiones de cada ejercicio.
Nota: Durante cada ejercicio, céntrate en mantener siempre los abdominales activos y recuerda respirar. No arquees la espalda; en aquellas posturas en las que estés tumbada sobre ella, asegúrate de tenerla en contacto total con el suelo durante el movimiento.
Ponerse a cuatro patas. Colócate a cuatro patas con las caderas paralelas a las rodillas y los hombros en línea con las manos. Respira profundamente y, al exhalar, contrae los abdominales (es decir, actívalos). Intenta activar los abdominales en todos estos ejercicios.
Deslizar las piernas. Mientras estás tumbada sobre tu espalda, con las rodillas ligeramente dobladas y los pies apoyados en el suelo, contrae los abdominales. Respira profundamente y estira una de tus piernas mientras deslizas el pie a lo largo del suelo. Exhala y vuelve a colocar la pierna en la posición inicial. Ahora haz lo mismo con la otra pierna.
Levantar las rodillas. Colócate en la misma posición que para deslizar las piernas. Levanta una de las piernas con la rodilla doblada de modo que esta quede por encima de la cadera. A continuación, estira la otra pierna. Después, pedalea con ambas piernas de tal manera que la pierna doblada se estire y la pierna estirada se doble.
Tocarse los talones. Tumbada sobre tu espalda, levanta ambas piernas y forma un ángulo de 90 grados sobre las caderas. Mantén las pantorrillas paralelas al suelo. Baja una de las piernas hacia el suelo de modo que el talón lo toque, pero mantén la rodilla doblada. Repite este ejercicio con la otra pierna.
Estirar las piernas. Tumbada sobre tu espalda, levanta ambas piernas y forma un ángulo de 90 grados sobre las caderas. Mantén las pantorrillas paralelas al suelo. Estira una de tus piernas hacia arriba de modo que esté recta y el pie esté a aproximadamente 30-50 cm sobre el suelo. Vuelve a la posición inicial y repite el ejercicio con la otra pierna.
Volver a trabajar después del posparto
Las mujeres suelen volver al trabajo después de tener un bebé por varios motivos, como el dinero, las opciones de baja por maternidad y las consideraciones familiares generales. Aunque lo planificases todo cuando aún estabas embarazada, tus circunstancias pueden cambiar o tal vez descubras que deseas algo diferente. Si puedes, date tiempo para tomar una decisión con la que te sientas cómoda.
Según el Real Decreto-ley 6/2019, puedes optar a 16 semanas de baja por maternidad con sueldo, y lo mismo se aplica a las bajas por paternidad. Cuando planifiques volver al trabajo, averigua si optas a alguna prestación. Puede que tu empresa ofrezca horarios de trabajo flexibles o servicio de guardería.
Si das el pecho, tu empresa debe ofrecerte por ley un espacio diferente al baño para extraer leche materna.
Si tanto tú como tu pareja vais a volver a trabajar, considerad vuestras opciones de cuidado infantil. Podéis pedir ayuda a la familia, contratar una niñera o llevar a vuestro pequeño a una guardería. Daos tiempo para encontrar una solución con la que os sintáis cómodos.
Sentirse triste en el puerperio
Aunque sea un momento de felicidad, también es natural sentir una sensación de tristeza durante el período de posparto de la mujer. Es lo que conocemos como «puerperio emocional». Hasta un 80 % de las mujeres afirman sentirse decaídas durante este tiempo.
Esto no significa que seas una mala madre o que no estés agradecida por lo que tienes, sino que tu cuerpo se está adaptando. Intenta recordar esto si te sientes mal.
Confiar en tu pareja o tus seres queridos, descansar todo lo que puedas y dedicarte un poco de tiempo son buenas formas de salir del bache.
Estas emociones suelen desaparecer después de unos días, pero, si no lo hacen (o van a peor), consulta al médico, ya que podría tratarse de algo más serio como la depresión posparto.
Sexo durante el puerperio
En algún momento del período de posparto te preguntarás cuánto dura la cuarentena posparto, ya que sentirás ganas de volver a mantener relaciones sexuales. No obstante, también es normal tener menos deseo sexual en este momento, especialmente si es lo último en lo que piensas.
Algunos médicos recomiendan esperar a tener sexo hasta que hayan pasado seis semanas desde el parto. Si te sientes preparada antes, pide consejo.
También puedes notar que tu deseo sexual o el de tu pareja han cambiado. Tal vez te sientas cansada o nerviosa ante la idea de sentir dolor. Ten en cuenta que muchas mujeres tienen una libido más baja durante el posparto.
Ten paciencia con tu pareja y sed honestos el uno con el otro. Te recomendamos buscar un momento en el que podáis estar solos los dos, sin interrupciones.
Antes de comenzar a tener relaciones sexuales de nuevo, piensa en qué forma de anticoncepción utilizarás. Incluso si planeas aumentar tu familia, los expertos recomiendan esperar al menos 12 meses antes de intentar tener otro bebé para que tu cuerpo se recupere completamente entre embarazos. Pregunta al médico qué método anticonceptivo es el más adecuado para ti.
¿Cuándo suele venir la regla después del parto?
Experimentarás algo de sangrado vaginal después de dar a luz (loquios postparto), pero esto no es un periodo menstrual.
Si das el pecho, es posible que tu primera regla después del parto no se produzca hasta varios meses después, a veces hasta seis. Para algunas mujeres, la menstruación no regresa hasta que el bebé se desteta.
Si estás alimentando a tu peque con leche de fórmula, el primer período menstrual posparto podría llegar entre seis y ocho semanas después de dar a luz.
Al principio, el período de la mujer en el posparto puede ser un poco diferente al de antes de quedarse embarazada (por ejemplo, más cortos o más largos, y menos dolorosos). Con el tiempo, tu ciclo menstrual volverá a la normalidad.
Una cosa que debes tener en cuenta es que tus ovarios pueden empezar a liberar óvulos antes de que el período menstrual regrese. Esto significa que puedes ser fértil y capaz de concebir incluso si aún no tienes la regla. Si no quieres quedarte embarazada en este momento, pregunta al médico qué método anticonceptivo te recomienda antes de comenzar a tener relaciones sexuales de nuevo.
Revisiones en el posparto
El médico querrá concertar una cita entre dos y seis semanas después de que des a luz. El pediatra también tendrá que ver a tu bebé una vez al mes durante los primeros tres meses.
Si te hicieron una cesárea, es posible que te den cita dos semanas después del parto para que el médico controle cómo está cicatrizando la incisión.
En tu primera revisión del posparto, el médico también comprobará tu peso, presión arterial, senos y abdomen, y realizará un examen pélvico.
Si tuviste diabetes gestacional, seguramente te recomiende una prueba adicional de glucosa en sangre.
Antes de ir al médico, anota cualquier duda que tengas para no olvidarte de nada importante.
La revisión inicial irá seguida de cuidados continuos y personalizados según sea necesario. El médico te informará de cuándo serán las visitas o pruebas siguientes.
También podrías necesitar vacunas como la de la tos ferina, la difteria y el tétanos, así como la de la gripe, si aún no te las han puesto. El médico te indicará cuáles te corresponden.
Afecciones médicas a las que prestar atención en el período de posparto de la mujer
Es importante conocer las posibles condiciones médicas que pueden afectar a algunas mujeres en el puerperio y más adelante. Estas son algunas de las más comunes; sin embargo, debes consultar siempre al médico si te preocupa un síntoma que estés experimentando:
Preeclampsia. Si tuviste preeclampsia (trastorno de la presión arterial) durante el embarazo, podrías tener un mayor riesgo de padecerla nuevamente si tienes otro bebé o de sufrir enfermedades cardiovasculares más adelante. Durante el período de posparto, el médico revisará la presión arterial en los controles y te dará consejos personalizados sobre esta patología.
Depresión posparto. Algunas mujeres sienten una tristeza intensa después de dar a luz, y esta no desaparece en varias semanas. Si es tu caso, podría ser depresión posparto . Puedes sentir desesperanza, desesperación y una ansiedad muy fuerte. Tal vez llores sin motivo aparente, tengas problemas para concentrarte, duermas demasiado o no puedas dormir, aunque tu bebé sí lo haga. La depresión posparto suele aparecer durante las primeras tres semanas después de dar a luz, pero también puede comenzar más tarde, durante el primer año. Si te sientes de esta manera, pide ayuda al médico de inmediato; no esperes a la visita de control programada. Por lo general, te recomendará medicación, terapia o una combinación de ambas.
Endometritis posparto. La endometritis es una infección del revestimiento del útero. Aunque es bastante poco común, el riesgo de padecerla es mayor si te hicieron una cesárea. Si es el caso, es probable que te hayan administrado antibióticos para reducir el riesgo de infección. Sin embargo, si tienes fiebre, te sientes enferma o tienes dolor en el abdomen en los días posteriores al parto, informa al médico. Este diagnosticará y tratará la posible infección, generalmente con antibióticos.
Hemorragia posparto. El sangrado abundante, ya sea el día después de dar a luz o en algún momento durante las primeras 12 semanas, se denomina hemorragia posparto. El sangrado que ocurre en las primeras 24 horas suele deberse a que el útero no se contrae adecuadamente después del alumbramiento. La placenta accreta (es decir, cuando la placenta se adhiere a la pared uterina) puede ser otra causa. La hemorragia posparto en las primeras 24 horas le ocurre solo al 4-6 % de las mujeres. Si es tu caso, el médico te recomendará un tratamiento, que puede incluir medicación o masajes uterinos para estimular su contracción. Si has perdido mucha sangre, quizás te recomiende una transfusión de sangre. Contacta con él si notas un sangrado abundante en cualquier momento del periodo de posparto o más adelante.
Tiroditis posparto. Después de dar a luz, la tiroides de algunas mujeres trabaja en exceso en los primeros dos o cuatro meses, aunque luego se vuelve hipoactiva durante aproximadamente un año. La función tiroidea suele volver a la normalidad después de un tiempo, pero en algunos casos puede resultar en una afección llamada enfermedad de Hashimoto, que puede requerir tratamiento de por vida. Es fácil confundir los síntomas de un problema de tiroides, como el cansancio y los cambios de peso, con los síntomas habituales del período de posparto de la mujer o el cansancio de ser madre. No obstante, si crees que tus síntomas son inusuales o no desaparecen con el tiempo, avisa al médico para que investigue si la causa es un problema de tiroides.
Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes gestacional durante el embarazo, el médico debe controlar esta afección durante el posparto y más adelante. Es probable que te hagan una prueba de tolerancia a la glucosa entre seis y doce semanas después de dar a luz. Para reducir los riesgos asociados a la diabetes gestacional, te recomendarán perder peso o tomar una medicación específica, entre otros.
¿Cuándo debo consultar al médico?
Durante el período de posparto de la mujer, consulta al médico inmediatamente si notas alguno de los síntomas o situaciones siguientes:
Tienes una fiebre de más de 38 °C.
Tienes náuseas o estás vomitando.
Sientes dolor al orinar (por ejemplo, sensación de ardor).
Experimentas sangrado puerperio (por ejemplo, empapas dos compresas sanitarias cada hora durante una o dos horas).
Notas dolor intenso en el abdomen.
Se te hinchan las piernas.
Notas dolor en el pecho.
Tienes estrías rojas o bultos dolorosos en los senos.
Notas dolor o signos de infección (enrojecimiento o secreción) en las incisiones practicadas durante el parto, especialmente si empeoran con el tiempo.
Tu flujo vaginal huele mal.
Te sientes decaída o desesperanzada, especialmente si dura más de 10 días.
¿Cuándo debo pedir ayuda?
Se necesita una comunidad para criar a un niño, y no deberías sentirte sola. Pide ayuda a tu pareja, familiares y amigos cercanos si es necesario. Por supuesto, si la idea de tener que socializar con amigos o seres queridos te estresa, limita las visitas.
Si todavía tienes contacto con tu matrona o doula, puede ser una gran ayuda durante el período de posparto, ya que responderá a tus preguntas y te aconsejará.
Si asististe a clases prenatales, los otros padres que estaban allí pueden ser un gran apoyo; es posible que estéis pasando por situaciones similares al mismo tiempo.
El médico o el centro comunitario local también son muy útiles y te orientarán sobre los servicios de apoyo disponibles en tu zona.
PREGUNTAS FRECUENTES
El puerperio (período de posparto) es el tiempo que abarca las seis semanas posteriores al parto.
Conclusiones
El puerperio está lleno de nuevas experiencias y desafíos para ti como tu familia. Intenta tomarte las cosas con calma y ten mucha paciencia durante este período para estresarte lo menos posible. Busca ayuda y recibe apoyo en la medida que sientas que lo necesitas.
Durante este tiempo, también puedes organizar varias reuniones para que tus seres queridos conozcan al peque. Si tienes pensado hacerlo, no hay necesidad de correr. Tómate mucho tiempo para organizarlas y comienza cuando te sientas preparada.
¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.